Es una pena que en la BUAP, en la universidad pública más importante del estado, existan académicos que hacen política en vez de educación.
Es increíble que con el pretexto de invocar la democracia, la pluralidad, la igualdad, la justicia, la inclusión y la calidad universitaria, no les importe a esos “redentores de la vida universitaria” pisotear su alma mater.
No puedo creer que les importe un comino poner en mal el nombre de la BUAP, su imagen y su calidad con tal de sacar raja política y llevar agua para su molino.
Y lo peor, que por su poca o nula creatividad, por sus intereses personales, por su incongruencia y por su incapacidad para poder desarrollar un proyecto universitario serio descalifiquen un proceso que antes ellos mismos avalaron.
Así es.
Porque la normatividad de la BUAP, las reglas para la elección del nuevo rector no se escribieron ayer. Ni tampoco fueron aprobadas hace 4 años.
Las leyes que rigen la máxima casa de estudios del estado son las mismas que avalaron la reelección de otros rectores que han administrado y encabezado la institución en el pasado.
Es una vergüenza el papel que juegan en la actual elección universitaria Eudoxio Morales Flores, Ricardo Paredes Solorio y Paulino Arellanes Jiménez, los tres aspirantes a la rectoría de la Benemérita institución por el periodo 2017-2021.
Sobre todo porque hoy critican y reprueban, insisto, lo que ellos mismos antes avalaron.
Y pongo el ejemplo de Ricardo Paredes, ex director de la Facultad de Administración, un ex agüerista de hueso colorado.
Porque al parecer a Don Ricardo ya se le olvidó que con Enrique Agüera Ibáñez, el ex rector de la máxima casa de estudios del estado, él no era el justiciero que presume ser hoy.
¿A poco ya se le olvidó que en el agüerismo él era algo así como un ejecutor en administración?
Un director que operaba lo bueno y lo malo en su facultad.
Alguien que avaló sin problema la reelección del entonces mandamás de la BUAP sin haber chistado ni pio.
Y es que en aquella administración, Ricardo formó parte de la burbuja aguërista, gozó de sus mieles, fue parte de su estructura y se embarró de su poderío y control.
Entonces eran otros tiempos.
Tiempos en que le tocó estar del lado del rector, y defenderlo a capa y espada.
¿Tan pronto habrá olvidado sus vicios?
Los vicios de un académico empoderado que forma parte de la estructura central, por supuesto
¿Por qué entonces nunca se reveló y protestó por la reelección del rector?
¿Por qué nunca se espantó y se tiró al piso como hoy?
¿Hasta hoy le salió lo justiciero?
Lo que hace Ricardo Paredes aquí y en China se llama incongruencia, y él bien lo sabe.
Sabe perfectamente cómo se manejan las cosas en la BUAP.
Empero, lo que hace Eudoxio Morales por tratar de pegarle al aspirante puntero, Alfonso Esparza Ortiz y actual rector de la BUAP, no tiene nombre.
Y es que descalifica los niveles de calidad educativa de la universidad en la que él trabaja como académico.
Porque Eudoxio cuando destroza el español, la gramática, la oratoria y dice que “la BUAP ha salido de las mil universidades mejores que había en el mundo; y sí estaba, pero hoy solamente hay tres universidades mexicanas, la UNAM, el Tec de Monterrey y la UAM”.
Ver y escuchar para creer, caramba.
Con razón estamos como estamos.
Porque si los catedráticos como él no son capaces de hilar sus ideas y coordinarlas con sus palabras sí que estamos fritos.
Lo que no se vale tampoco es descalificar y pisotear la universidad que lo formó, que le da empleo, comida y sustento.
Que dolor que la comunidad estudiantil de la BUAP tenga como maestros de tiempo completo a personajes que escupen cosas como esta:
“LA BUAP ha salido de ese reiting, reit…; de ese, raiting… mundial, de lo que implica… calidad, eficiencia… y eso no lo medimos nosotros, eso es una revista británica que da a conocer… que da a conocer estos indicadores internacionales, no; entonces la BUAP ha caído a ser una de las universidades más del montón”.
Y no es periodismo ficción.
Esa expresión la hizo Eudoxio en una declaración.
Por algo no será rector.
Que pena.
Por lo pronto hoy se llevarán a cabo las elecciones en la BUAP, de las 8 hasta las 18 horas, en las que votarán 104 mil universitarios entre estudiantes, personal académico, no académico, consejeros universitarios, entre otros.
Se prevén unas elecciones limpias y con alguna protesta, por supuesto, de los inconformes de siempre.
El 13 de septiembre, conforme la convocatoria, el Consejo Universitario asistirá a una sesión extraordinaria -a las 10:00 horas- para conocer el informe y dictamen de la Comisión Electoral y aprobar y calificar la legalidad del proceso electoral, además de nombrar al rector de la BUAP para el periodo 2017-2021.
La toma de posesión del nuevo rector se hará en Sesión Solemne del Honorable Consejo Universitario, conforme lo establece el artículo 12 fracción I del Reglamento del Honorable Consejo Universitario, el próximo 4 de octubre de 2017.
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