Tehuacán. Integrantes del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), condenaron la agresión perpetrada en contra de militantes el pasado fin de semana y responsabilizaron de los hechos a los presidentes municipales de Zoquitlán y Tlacotepec de Porfirio Díaz, Fermín González León y Cirilo Trujillo Lezama, respectivamente.

En rueda de prensa, los convocantes leyeron un comunicado dirigido a la opinión pública, a las organizaciones sociales y de derechos humanos, así como a los pueblos indígenas.

Explicaron que el pasado 9 de febrero sujetos armados y encapuchados que viajaban en una camioneta negra con cabina y media, maniataron a dos chóferes que iban a bordo de un autobús de la línea AU, a la que le prendieron fuego.

Lo anterior, dijeron, sucedió el día en que los habitantes de distintas comunidades nahuas de la zona baja de la Sierra Negra que militan en el MAIZ eran transportados de regreso a sus localidades, después de haber participado en una serie de protestas frente a  la Secretaría de Energía, a cuya instancia exigieron la cancelación definitiva del mencionado proyecto, no obstante, sólo obtuvieron la provocación violenta.

Añadieron que hace una semana, durante la visita a Zoquitlán de Andrés Manuel López Obrador y Miguel Barbosa Huerta, se denunció antes ellos el actuar de los ediles en cuestión. Ahí, los precandidatos a la presidencia de la República y al gobierno del estado de Puebla, se pronunciaron pública y abiertamente contra el proyecto, lo que al parecer únicamente fue para simpatizar con la gente y ganar adeptos.

Por tal motivo, demandaron «congruencia» a los políticos y veto a Cirilo Trujillo Lezama, quien ha trascendido que podría convertirse en el candidato a la diputación por el PT-Morena para el Distrito de Ajalpan.

No se puede premiar a un alcalde pistolero con una representación popular«, citaron al indicar que los pueblos indígenas tienen conciencia y memoria, y su lucha es por la vida y contra la muerte que busca condenar a los pueblos indígenas.

Finalmente, reiteraron su repudio a la aplicación que hace el Estado Mexicano del convenio 169 de la OIT, por considerar que hoy sólo es un instrumento que sirve para el despojo y saqueo del territorio indígena.

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