Atlixco. Este lunes en sesión extraordinaria de Cabildo, se aprobó por unanimidad la donación de nueve mil metros de terreno en el predio de Tizayuca para la reubicación permanente de la escuela primaria Centro Obrero Federal.
Será este miércoles cuando se haga oficialmente la entrega de la documentación, en tanto al finalizar la reunión se hizo entrega de una copia de la documentación para tranquilidad de los padres presentes en lugar.
Durante este Cabildo, el alcalde José Luis Galeazzi Berra, explicó a los padres de familia presentes que la tardanza para efectuar este trámite se debido a que estas nueve hectáreas de terreno, habían sido una donación que se realizó a Liconsa al inicio de la administración, para el establecimiento de la planta concentradora de leche, pero debido a que este proyecto no se concretó y la escuela requiere del predio se tuvo que solicitar a la federación la devolución del predio.
“Siempre hemos estado al pendiente de la situación de la escuela y conscientes de que no deben volver al edificio que ocupaba, vimos lo de las aulas como algo temporal, después solicitamos el predio a la federación para podérselos entregar a ustedes y que con ello se dé inicio a la construcción de un nuevo plantel para esta comunidad escolar”, indicó el alcalde antes de comenzar a la reunión de regidores.
El siguiente paso para los padres de los más de 600 alumnos que tiene este plantel, será dirigirse a la Secretaría de Educación Pública (SEP) en Puebla, para que se comience la construcción y con ello poder reducir los tiempos para que los niños puedan contar con instalaciones dignas para recibir sus clases.
Es preciso recordar que el alumnado de esta primaria actualmente acude a la unidad deportiva La Alfonsina, donde se encuentran instaladas las aulas móviles que les fueron asignadas por la SEP en enero pasado, tras el sismo del 19 de septiembre por el cual su edificio ubicado en el centro de la ciudad de Atlixco quedó inservible.
Sumado a esto desde hace más de 40 días no cuentan con energía eléctrica al interior de las aulas debido a un corto circuito, lo que provoca que los pequeños estén dentro de los contenedores de metal a muy altas temperaturas.