Para mí fue un privilegio entrevistar a Guillermo Esponda Rached quien hizo importantes aportaciones al abordar el tema de la sexualidad temprana, el interés se generó debido a que los embarazos en adolescentes en un problema que está incrementando de manera alarmante y esto se refleja en el aumento en las cifras, esto pese a los medianos esfuerzos que se hacen a nivel institucional, razón por lo cual urge atender de manera integral, debido a que se está convirtiendo en un problema de salud pública, además es necesario revisar con prontitud lo que se está haciendo en la educación en casa en la escuela.
Por lo anterior consideré importante consultar a un experto, cabe mencionar que Esponda Rached es Sexólogo Educador por el Instituto de Estudios Sobre Sexualidad y Pareja INESSPA, además cuenta con una especialidad en Diversidad Sexual, colaboró por casi una década en Landmark Education México y tiene más de 18 años formando sexólogos, en más de cincuenta grupos de Diplomados de Sexualidad. En 1998 fundó Educación Creativa EDUCRE, donde se ha dedicado a generar espacios de crecimiento en el área de Sexualidad, Comunicación Humana y Liderazgo. Por lo tanto a continuación comparto la mayor parte de la entrevista que le hice para el programa de Radio Eva y Lilith que conduce una servidora, la cual resultó sumamente enriquecedora.
1.- ¿Podríamos iniciar la entrevista definiendo qué es la sexualidad humana?
R= La sexualidad humana generalmente la gente lo asocia con lo erótico, pero incluye muchísimas partes de la vida que no tienen que ver con el erotismo, como el género, por ejemplo. Todo el tiempo estamos cumpliendo un rol, ya sea por ser hombre o por ser mujer, y todo el tiempo estamos manifestando nuestro ser sexual. La sexualidad es una manifestación humana que tiene diversas expresiones.
2.- ¿Cuáles son las diversas expresiones que se tienen en sexualidad?
R= Cómo te expresas por ser hombre, cómo te expresas por ser mujer, cómo nos relacionamos con otras personas parte, precisamente, del género, que es el área más amplia en el estudio de la sexualidad. Lo que tú mencionabas de los embarazos tempranos, pasa antes por cuestiones de género. La situación violenta que sufren las mujeres pasa por el asunto de género. Es la expresión que más se manifiesta en el tiempo, mucho más que la erótica que son momentos muy específicos.
3.- ¿Por qué sería importante educar a niños, a jóvenes y a docentes en sexualidad?
R= Porque vivimos en una sociedad que tiene una tradición de no hablar de ello, de asociar la sexualidad con la vergüenza y la culpa. Esto ocasiona que la educación sexual que tengamos sea como un manual de lo que “no se debe hacer” pero no nos dicen: ¿Qué sí? Entonces se crece con esta idea del área prohibida, sucia, pecaminosa y fuente de culpa, más bien, a lo que se enseña es a sufrirla, no a disfrutarla y no en su justo lugar como un área más de la vida, sino tiene un lugar prohibido. Por esto, la formación es muy escasa o con muchos mitos, o es una formación a medias o mala formación. Al haber tenido miedo de hablar de esto, los jóvenes buscan la información de donde venga.
4.- ¿Cuál tendría que ser el enfoque actual de la educación para abordar el tema de la sexualidad?
R= Tendría que ser una enfoque libre de prejuicios, cuestión que no es fácil porque no basta con la información, se requiere un trabajo integral de las personas, tanto de quienes van a educar como las que serán educadas. Por ejemplo, hemos dicho que la información no hace mucha diferencia, los jóvenes saben que hay que usar el condón, pero no lo usan. La información ahí está. Entonces, ¿qué es lo que no permite que una pareja de novios jóvenes saque el condón? Los mismos temores añejos de “si le digo va a pensar que soy una cualquiera”, por decirlo amablemente, o en el caso de él “ella va a decir que yo ya venía preparado”. Todos estos silencios que son parte de la herencia cultural, que no permiten una libertad en la comunicación, que no permiten hablar directamente de qué es lo que sí va a pasar. La información está pero el motor principal sigue siendo el asunto de la culpa, y eso solo puede ser liberado con un trabajo personal intenso. Parte del problema es que se ve a la sexualidad como un “si me informo es suficiente”. Los papás creen que es suficiente sentar a un niño a ver un libro de sexualidad, la información por sí sola no hace ninguna diferencia.
5.- ¿Qué estrategias básicas pueden implementar los padres, madres, docentes o los propios adolecentes para darle un giro a la educación sexual?
R= Primero empezar a cuestionar y reconocer que la pura información no hace ninguna diferencia, vivimos en la época en la que más información hay, sin embargo, si vemos las estadísticas de embarazos, incluso se están embarazando antes. O si vemos las estadísticas de las infecciones de transmisión sexual, lo mismo. La realidad nos da un panorama donde vemos que la información no está haciendo la diferencia. Entonces, hay que matar la creencia de que la información ya sería un gran avance. Deberíamos cuestionar porqué queremos educar a nuestros hijos en sexualidad, sin cuestionar nuestro propio panorama sexual. Aquí aplica que nadie puede dar lo que no tiene, por eso es muy común ir a comprar libros de sexualidad para explicarle al niño; utilizar la información de “lava las manos”.
Definitivamente hay que estar en comunicación más íntima con los hijos o los alumnos. Las actitudes miedosas que pretenden que los chavos no hagan las cosas que “no se deben”, lo único que ocasionan es hueco tremendo en la educación, porque sí va a haber información pero no habrá cambio de actitudes, los chavos van a pasar por las mismas inseguridades. Hay que cuestionar ¿qué onda con mi sexualidad?, para yo poderla modelar, que yo esté libre de prejuicios que es ahí donde radica gran parte del problema. No hay tema de sexualidad que no esté maleado por los prejuicios, y de ahí vienen las actitudes. Los padres y los maestros podrán “decir misa” al respecto, pero las acciones hablan más. Entonces, primero es romper ese cascarón, y empezarse a cuestionar “¿qué mensaje estoy mandando para que la educación sexual no sea efectiva?”
6.- Hay tres cifras que son escalofriantes, la primera es el aumento en los casos de SIDA, la segunda son los casos de niñas adolescentes embarazadas que aumentada y finalmente la tercera, es que las niñas y niños de nueve y diez años ya comienzan cn prácticas sexuales. ¿Qué opinas sobre esto?
R= Yo añadiría una cuarta problemática: la violencia de género. En esta radica el problema, que es un machismo exacerbante en nuestra cultura por falta de educación sexual.
7.- ¿Consideras que para educar es suficiente educar al individuo, o es necesario que toda la sociedad se reeduque para ver la sexualidad de otra manera?
R= Se requiere el impacto en la sociedad, justamente porque en sociedad existe el problema de la cultura machista de la que estábamos hablando. Pero es difícil organizar a toda la sociedad para educarse, porque precisamente la cultura que domina no quiere que haya educación sexual; tiene implicaciones hasta políticas. Cada persona que se educa y que cuestiona su propia sexualidad y la deja en un punto neutro, tiene un potencial para impactar a otras personas, entonces, cada semillita va creando una nueva cultura.
8: ¿Cómo permear esta educación a más maestros? ¿Cómo eliminar este tabú, estos mitos de la sexualidad de forma efectiva?
R= El problema que tenemos a nivel nacional es que no sólo son los padres de familia los que se oponen a la educación sexual, sino también los maestros por esta cultura de represión sexual que existe. Lo normal es enseñarles a los niños en un libro de sexualidad, de abejitas y esto está visto con cierto beneplácito. Entonces, quien se educa es quien da un paso más allá, es problemático.
Hay una serie de mitos que a mí me espantan, ante un problema sexual se recurre al médico y al psicólogo, que no tienen una especialidad en sexología generalmente, es como si fueras al cardiólogo porque te duele la muela. Hay mucha mala información. Por ponerte un ejemplo, un psicólogo llevó dos materias de sexualidad y a eso es a lo que le estamos confiando una especialidad.
9.- ¿Cuál sería la alternativa?
R= Hay médicos y psicólogos especializados en sexología, e incluso de otras áreas de la ciencia, pero que sean especialistas. La gente ve muy a la ligera ciertas situaciones, el médico o el psicólogo de cabecera son los que van a ver asuntos de sexualidad y lo que pasa en la práctica es que el médico o el psicólogo no está exento de los mismos prejuicios de la sociedad, no tiene más armas que el resto de la población.
Espero que te haya sido de utilidad esta entrevista, cualquier duda o comentario a mi correo vicky_barbara@hotmail.com o en la página de Facebook Eva y Lilith Comunicaciones, Radio y Prensa, ¡Hasta la próxima!