Inseguridad, exceso de ambulantes y la aglomeración de derechohabientes en el Hospital La Margarita, provocan el enojo y la manifestación de los vecinos de la unidad habitacional.

Los quejosos se dijeron cansados de la situación, pues sufren asaltos a diario y los vehículos son objeto de robo de autopartes, sin contar las agresiones a las jóvenes que viven en La Margarita.

Todos los días se amanece sin un coche, sin espejos, sin llantas. Estamos cansados de esta situación. Los vecinos queremos que se unan a la lucha. No aguantamos más. Juntos podemos hacer la diferencia”, dijo una vecina en su discurso.

Citaron la proliferación de ambulantes, pues además de dejar basura por todas partes, obstruyen los accesos de las entradas a sus hogares y se ponen violentos cuando se les llama la atención.

Mencionó que desde hace varios meses, durante la administración de Luis Banck Serrato como edil, se le pidió su apoyo, pero hizo caso omiso.

Pero si esto fuera poco, argumentó una vecina, los derechohabientes de San Alejandro que se trasladaron a La Margarita incrementaron el desorden, al afirmar que la unidad habitacional no está adaptada para recibir a tanta gente y vehículos.

El hospital recibe a la gente de San Alejandro, si ya estábamos mal, pues estamos peor. No podemos caminar y la gente de la tercera edad no tiene espacio para salir. Nuestras cocheras están obstruidas”, dijo.

Al final, dijo que la unidad habitacional se ha convertido en un «baño público», por lo que es insostenible vivir en estas condiciones.

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