La inquietud que nació en Erick Becerra al inició de la preparatoria alrededor de la información, hoy lleva al peridodista al mejor momento de su vida en lo profesional y en lo personal, al haber tomado hace tres meses la Dirección General de El Heraldo de Puebla, impreso que al lado de Pepe Hannan decidió adquirir en sociedad. El camino ha sido de retos y aciertos, pero también de errores, sin embargo, la suerte y el rodearse de las personas correctas, asume, han sido parte de este nuevo éxito.
En entrevista con este medio Erick Becerra compartió cómo desde la adolescencia junto con su padre leía el periódico, escuchaba y veía las noticias, involucrandose en el acontecer diario, incluso, recuerda, «mi papá trabajó como meritorio un tiempo en El Sol de Puebla», un incentivo que lo llevó a interesarse más por los medios de comunicación. Después un «buen profesor», Víctor Arellano, le metió aún más la inquietud por estar informado sobre los fenómenos sociales.
«Decidí estudiar Comunicación para ser periodista y a los dos años de empezar la universidad busqué espacios para poder trabajar. Pedí trabajo en El Dictamen de Veracruz, en ese momento estaba en el pasaje del Ayuntamiento; me dijeron que no había vacantes pero que intentara. Trabajé ahí como seis meses, tal vez un año sin cobrar, hacía notas de policía principalmente, alguna que otra crónica que hoy, al paso de tantos años leo y eran espantosas», rememora.
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Ese fue su primer trabajo formal en 1993, un año sin cobrar y otro ya dentro de la nomima, pero ese no estar en un sólo lado, no quedarse en la zona de confort ya se le notaba a quien hasta julio de 2019 fue Director Editorial del Periódico Síntesis. Llegó el momento de incursionar en la radio con Alberto Islas González, que hacía el programa policiaco «Clave 1170». Ahí además de hacer notas se involucró en la producción, actividad que a la fecha mantiene también como titular del programa «En Punto» por Radiorama Puebla.
«Siempre que ves publicado tu nombre en un periódico te llena de alegría, lo presumes y además fue muy chistoso porque no firmaba con mis apellidos, sino con mis dos nombres. Después cuando firmo correctamente nadie sabía quién era con relación a las publicaciones que hice en El Dictamen», comparte Erick Becerra, parte de la generación 1990-1995 de la Licenciatura en Comunicación de la Upaep, con Maestría posterior en Mercadotecnia.
En aquellos años la información que empezó a llamarle la atención fue la económica, en el camino conoció a Carlos Martín Huerta en Corporación Radio, con quien aprendió mucho más sobre radio y el ritmo que hay que llevar. Tuvo a Isabel Tobón como jefa de información en radio y después a ella misma como jefa de información en El Universal de Puebla, donde Erick llegó primero como responsable de corresponsales y posteriormente empezó a cubrir las dos fuentes más importantes:
«Ayuntamiento y Gobierno del Estado cuando había una rivalidad muy fuerte entre Gabriel Hinojosa, el primer alcalde panista y Manuel Bartlett (priista) en la segunda mitad de su sexenio y Rodolfo Ruíz, que también fue un gran maestro, me pedía comparar las dos agendas, pública y privada, de ambos personajes y ahí se podía ver quien trabajaba más, si Hinojosa como alcalde o Bartlett como gobernador», esta, comparte, fue otra muy buena experiencia en El Universal, que poco tiempo después se dividió con el AL de Puebla, redacción con la que Erick se fue un par de meses y ahí conoció a Javier González, Director Editorial hoy en El Heraldo de Puebla.
Las experiencias siguieron para Becerra ahora en el Periódico Síntesis, donde permaneció entre 1997 y 2001. También fue corresponsal de Canal 40 y de la revista Proceso. «Esa fue una etapa fantástica, salíamos muy tarde, sí nos encantaba reportear pero más la fiesta, cubrir fuentes políticas o económicas siempre te llevan a tener relaciones cercanas con la fuente, por un lado te facilita información, pero también te desvela».
La Dirección de Comunicación social de la BUAP fue su primer acercamiento con la comunicación institucional y sus formas, participó en la campaña de reelección de Enrique Doger como rector, después se fue con él a la alcaldía de Puebla como Secretario de Prensa del PRI Municipal. En el Ayuntamiento estuvo casi los tres años de Doger y después Blanca Alcalá lo invitó a su campaña y cuando ganó, regresó a al área de comunicación del Ayuntamiento.
«Fue una experiencia enriquecedora, compleja. Las áreas municipales de comunicación son muy demandantes, todos los medios, que en ese entonces todavía no tenían redes sociales tan fuertes como hoy, pero era muy demandante por la misma sociedad. Aprendí bastante, ahí me salieron las canas, esa es la tarea más extenuante que creo, he tenido, porque no descansabamos nunca, fue como tomar una Maestría con el licenciado Raymuydo Vega cono director, y yo como subdirector».
Hacer empresa propia empezó a ser también una inquietud, la consultoría AZB Comunicación, y ello coincidió con su regreso al Periódico Síntesis en agosto de 2010, donde permaneció hasta julio de 2019, cobrando aun más experiencia, ahora como Director Editorial, cargo que ahí aprendió, «sin duda con muchos errores, pero la ventaja de los medios es que todos los días puedes aprender y corregir, el único problema y lo que nos diferencia de los médicos es que ellos entierran a sus errores y nosotros los publicamos».
Una nueva oportunidad para Erick Becerra llegó con la confianza de Pepe Hannan como socio y El Heraldo de Puebla volvió a las calles a partir del 1 de agosto con ellos al frente y con el antecedente de ser un periódico que tiene 53 años de historia, que tuvo tiempos memorables como ser el primero en salir a color en el Estado o cuando ocupaba la atención del público con su contenido político y social.
«Tenemos un gran reto de hacer esta nueva etapa tan buena o mejor que la que ha tenido de presencia en Puebla. Es una muy buena marca, hicimos estudios de mercado previos para primero convencernos de que debíamos comprar los derechos del periódico» y con ello vino notar que en la memoria colectiva de Puebla, El Heraldo de Puebla está presente. Y así, con 20 colaboradores, la mayoría de menos de 25 años, existe en aquella redacción un balance entre lo innovador y freso, con la experiencia de sus dirigentes.
En este camino para Erick Becerra su familia, que son su esposa e hija, han sido fundamentales para la toma de sus decisiones, «sin ellas no estaría hoy aquí», pues incluso hubo oportunidades atractivas que rechazó «valientemente» y que hoy a sus más de 25 años de trayectoria repasa como afortunadas.
Independientemente del trabajo labrado, el periodista también atañe suerte a su vida, finalmente no hay periodistas sin suerte, acepta, aunado a rodearse de gente generosa que sin pensarlo le ha dado la mano y entre los que ya mencionó agrega a Óscar Tendero, Armando Prida Huerta, Enrique Prida, Mariano Morales, jefes y maestros que lo han formado. También destaca el aprendizaje con cada persona que se le ha cruzado en el camino, desde reporteros, fotógrafos y editores, hasta productores y vigilantes.
