Cada año va en aumento el número de familias que ponen en sus hogares un árbol natural durante la época decembrina para festejar la Navidad, por ello optan por decorar éstos de diversas formas y percibir un aroma de frescura.
Hay quienes deciden viajar hasta dos o tres horas a municipios cercanos a Puebla como el caso de Chignahuapan, que se ubica a 2 horas y media de la capital poblana. El Manantial es una reserva natural de bosque sin ruidos de vehículos, el único sonido que se percibe es el de las aves que se encuentran en esta zona.
En esta área de bosque, la cual está protegida por elementos de la Policía Federal y los cuidadores, se busca evitar que haya tala clandestina.
El olor a flor natural, es lo que atrae a miles de visitantes al año, en donde el precio de los arbustos va desde los 400 hasta los 2 mil pesos, dependiendo la altura de cada árbol.
Durante una visita a este lugar natural, en donde baja la neblina a partir de las 5 de la tarde y se siente el frío en lo alto del cerro, pudimos constatar que la gente además de cortar su árbol, que decorará en sus hogares para celebrar las fiestas decembrinas, aprovecha para convivir con la naturaleza.
En entrevista con los asistentes refirieron que viajaron desde el Estado de México y algunos otros estados de la república como el caso de Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca, entre otras entidades federativas para elegir y corta su árbol de Navidad.
“Somos cuatro integrantes de nuestra familia y hemos venido hasta el Manantial que es muy conocido en la región de Chignahuapan por los hermosos árboles naturales, en donde uno corta su árbol con sierra o hay quienes te ayudan a realizar esta tarea”, señaló Paty una de las compradoras, cuyo árbol superó los 2 metros y medio de altura.
Pero no sólo llegan hasta este lugar personas en camioneta, sino también otros grupos de personas con diablitos o carretillas para adquirir su árbol de Navidad.
No importa que tengan que caminar hasta media hora desde la carretera hasta llegar al cerro del Manantial para seleccionar su árbol de Navidad, ya que representa una experiencia única en su vida e inolvidable para todas las personas que asisten a observar la naturaleza desde la parte más alta del municipio.
A pesar de que los caminos y veredas que conducen al Manantial no están en buenas condiciones y dificulta el acceso de las personas hasta ese sitio, a la gente no le importa que tengan que caminar durante varias horas o viajar en su vehículo para poder llegar hasta este sitio.
Karla es otra de las personas que desde Oaxaca acudió al municipio de Chignahuapan, para poder comprar su árbol de Navidad.
“La Navidad es una época de alegría para la mayoría de las personas, nos da mucha ilusión el poner nuestro árbol natural al interior de nuestras casas y decorarlo, nos sacamos muchas fotos en familia junto a este y es una postal inolvidable para todos”, subrayó.
En un mes llegan a vender más de 5 mil árboles de Navidad
Pero como estas personas hay muchas más que de lunes a domingo acuden al Manantial para poder comprar su pino.
El arribo de las familias hasta este sitio es constante, pues en tan sólo un mes se llegan a vender 5 mil árboles de diversos tamaños y especies.
En entrevista con los vendedores, mencionaron que por más de 20 años han cuidado el bosque y sólo cortan aquellos que son sembrados cada año para no afectar la zona natural que es un pulmón para los habitantes de Chignahuapan y en donde aún se respira aire fresco.
La tecnología llega a los productores
El tiempo aproximado en el que dos personas cortan un árbol es de 10 a 15 minutos con sierras especiales eléctricas y posteriormente utilizan toneles con mallas para poder enrollar el árbol y pueda ser más fácil su traslado en los vehículos.
Don Pedro que por más de 30 años ha estado en esta zona, indicó que los fines de semana es cuando más gente reciben y llegan a atender a más de 200 personas por día.
“La gente ya sabe que en este lugar es seguro comprar sus á
rboles y que no estamos incurriendo en tala clandestina, contamos con permisos de las autoridades de la zona para poder comercializar estos árboles”, subrayó Don Pedro, hombre de aproximadamente 60 años, cuyas manos están curtidas por el trabajo pesado de cortar y cargar estos árboles.
“Al principio que empezamos con esta actividad nos lastimábamos las manos para cortar los árboles, sobre todo los más gigantes, pero con el tiempo y con la práctica todo ha sido más fácil, hemos reducido los tiempos de atención a los compradores y les hemos facilitado el empaque de sus árboles con mayas para no afectar los pinos”, precisó.
El 70 por ciento de las personas que acude a comprar sus árboles adquieren de precios que oscilan entre los 800 y los 2 mil pesos.
Don Antonio, quien también ha trabajado por años en esta zona dijo que incluso encienden su fogata en este lugar para dar una cálida bienvenida a las personas, pero además instalan casas de campaña para vender productos como lama que es utilizada para la colocación y adorno en el nacimiento que ponen los católicos en sus casas.
“Dejamos una derrama económica importante en la zona, porque no sólo la gente compra sus árboles, sino también aprovecha para pasar a comer a los restaurantes o para hospedarse ya sea en cabañas o también en los hoteles que hay en la región, por lo que se fomenta el turismo”, expresó.
Como el Manantial hay otras dos zonas boscosas de menor dimensión que son utilizadas para que la gente acuda a comprar su árbol de Navidad, pero hasta estos sitios llegan un menor número de personas, debido a que se distribuyen en los diversos sitios en donde se comercializan estos y buscan las zonas más ampliar para poder seleccionar mejor su arbusto.
Cuidados para evitar plagas
Los pinos que se encuentran en esta región son el ayacahuite, oyamel y Pinabete.
Durante el año los cuidadores del bosque se aseguran de poner fertilizante de regarlo y también de verificar que no haya plagas para que en la temporada decembrina estén listos para poder comercializarse de forma adecuada.
Cabe mencionar que en la entrada al municipio de Chignahuapan también se encuentran árboles de Navidad, pero estos de origen chino de colores blanco, morado, rojo y hasta negro, los costos van desde los 900 pesos a los 4 mil pesos dependiendo el tamaño.
También se encuentra la venta de flor de nochebuena, cuyos costos van desde los 35 pesos hasta los 70 pesos dependiendo el tamaño de estas.
Situación que molesta a productores de la región, quienes se quejan de que estos vendedores representan una competencia desleal para productores de pino en la región.