El gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta, dijo que no recurrirá a una línea de crédito para afrontar la contingencia sanitaria del Covid-19, ya que Puebla tiene pasivos heredados por 50 mil millones de pesos.
Incluso, descartó el endeudamiento para dar continuidad a los proyectos comprometidos por su administración que hoy están parados por los efectos de la pandemia.
El morenista mencionó que ya recibió dos propuestas de instituciones bancarias, las cuales rechazó por considerar que no es conveniente para el estado aumentar su deuda; además destacó que las obras a iniciarse tendrán inversión privada.
“Tenemos una posición de gobierno austero, finanzas ordenadas y así vamos a aguantar. Ya nos dejaron un estado destrozado y comprometido por las deudas y obligaciones de pago, casi 50 mil millones de pesos, cuyos intereses y amortizaciones hay que cumplir mes con mes para pagar obras suntuosas y no de impacto social”, expresó.
Mencionó esto al recriminar el gasto hecho por gobiernos anteriores para proyectos como el Centro Integral de Servicios (CIS), el Museo Barroco, la Estrella de Puebla y el tren turístico Puebla-Cholula.
Por estas obras, recordó que contrajo obligaciones financieras ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), así como con los fideicomisos creados durante la gestión del panista Rafael Moreno Valle, con todo y que carecen de utilidad para mejorar las condiciones de vida de los poblanos, y hoy ahorcan las finanzas estatales.
De manera particular, Barbosa Huerta criticó el proyecto del tren turístico Puebla-Cholula al considerarlo un fraude, debido a que opera en números rojos y por estar lejos de ser un referente de desarrollo como el Tren Maya, impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es de subrayar que todos estos proyectos fueron realizados bajo los esquemas de Prestación de Servicios (PPS) y de Asociación Público Privada (APP), con plazos a pagar de 180 a 300 meses, lo que significa que serán liquidados hasta 2028 y 2037.