Ciudad de México. Debido a que la violencia hacia las infancias aún persiste, convirtiéndose en un enemigo silencioso que vive muchas veces dentro de los senos familiares, la diputada federal de Morena, Julieta Vences Valencia, exigió a la Fiscalía General de Estado (FGE) justicia para Yaz, la niña de 7 años que fue víctima de tortura y violación por sus propios padres en Puebla.
De igual forma la congresista por Ciudad Serdán en San Lázaro, demandó al gobierno del estado de Puebla fortalezcan los protocolos para prevenir y atender de manera oportuna la violencia infantil y establezcan las medidas necesarias para garantizar el interés superior de la niñez.
“La Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión exhorta para que, en el ámbito de las atribuciones, funciones y responsabilidades la Fiscalía General del Estado de Puebla, esclarezca de manera pronta, completa y se garantice la debida impartición de justicia en el caso de la menor identificada como Yaz de siete años en el estado”.
La legisladora poblana, señaló que pese a los esfuerzos internacionales y organizaciones civiles para garantizar una viva plena de las niñas y niños, la violencia hacia las infancias aún persiste.
Indicó que de acuerdo con datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), mil millones de niños sufren cada año alguna forma de violencia emocional, física o sexual; y un infante muere cada cinco minutos como resultado de la violencia, a pesar del derecho de los niños y niñas a la protección contra la violencia, estipulado en el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Según el estudio sobre el informe mundial sobre violencia de la UNICEF menciona que sólo una pequeña proporción de los actos de violencia contra los niños y niñas es denunciada e investigada y pocos autores son procesados.
En los casos en los que existen estadísticas oficiales basadas en denuncias de violencia en el hogar y otros entornos, éstas subestiman dramáticamente la verdadera magnitud del problema. Existen varias razones por las que se da esta falta de denuncia. Los niños y niñas más pequeños que sufren violencia en sus hogares carecen de la capacidad de denunciar.
“Muchos niños y niñas tienen miedo de denunciar los incidentes de violencia por temor a sufrir represalias por parte de los autores o por temor a que la intervención de las autoridades pueda empeorar su situación”, deploró.
Informó que en países como México, el nivel de violencia intrafamiliar no debe desestimarse, particularmente en contextos como el actual. Las llamadas a refugios reportando violencia han registrado un incremento del 60 al 80% y las solicitudes de asilo en estos espacios ha incrementado un 30%, según datos de la Red Nacional de Refugios.
Desde el inicio de la contingencia, se han registrado 115,614 llamadas de emergencia al 9-1-1 por incidentes como abuso sexual, acoso sexual, violación, violencia de pareja y violencia familiar, mostrando un incremento del 28% en marzo en relación a enero, por ejemplo.
Refirió que con tan sólo 7 años Yaz ha sido víctima de brutales agresiones físicas, abuso sexual y maltrato psicológico y hasta ha enfrentado la muerte de su pequeña hermana, al parecer todo a manos de sus propios padres.
“La realidad de la violencia infantil no está alejada de nuestra realidad social, basta recordar que desde hace algunos días diversos medios de comunicación daban a conocer la terrible situación por la que pasaba una menor que fue identificada como Yaz”.
Reclamó a las autoridades que ante esta realidad es necesario que se investigue y se castigue a las y los responsables de estos terribles hechos, tanto de las personas encargadas de su cuidado, como de las autoridades que posiblemente fueron omisas ante estos hechos, ya que la menor fue ingresada dos ocasiones anteriores.
La menor fue ingresada al hospital La Margarita del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) el 21 de agosto, presentando lesiones graves.