Y el locutor experimentado preguntó: ¿Cómo despertarías el interés de un empresario de radio para que noten tu talento y te inviten a trabajar con ellos? pues dados los tiempos de pandemia, la difícil situación económica del país y por ende sabiendo que los empresarios están sorteando su subsistencia entre un mar de impuestos, nóminas, gasto corriente, rentas y más; se apetece muy complicado pensar en contratar a una persona que, debido a su experiencia y capacidades, sin duda se le tendrá que pagar en consecuencia. Pero el cuestionamiento se tenía que hacer, había que plantear la idea de mostrar las potencialidades profesionales que sin duda hoy también se requieren para salir adelante de la crisis.
Activar a las empresas radiofónicas en este nuevo «ecosistema de la comunicación» y «medio ambiente tecnológico», donde la información publicitaria y de contenidos basan su fuerza para la penetración de públicos en herramientas digitales, con mensajes mucho más directos, específicos, inmediatos, concisos y rápidos, no deja pensar al radiodifusor común en cómo actuar de inmediato y de forma eficaz para mantener en primera instancia su plantilla laboral, pues a muchos ha tenido que despedir y en otros casos reducir jornadas laborales que dejaron en consecuencia, una baja en las percepciones económicas de la empresa.
La industria radiofónica en México (como tantas otras) habrá de enfrentar grandes retos en los próximos años para rescatar nichos de clientes que se anunciaban regularmente, pero que también están padeciendo las consecuencias de la emergencia sanitaria y que de buscar promover sus productos o servicios, lo hacen precisamente pensando en el uso de las redes sociales, en las que se puede invertir mucho menos y se logra llegar a públicos más segmentados, definidos e incluso más interesados en ellos. Entonces ¿qué hacer? y ¿cómo competir con la era digital?
La respuesta está en «los contenidos» y para ello se necesita la dirección y capacidades de quienes tienen la trayectoria reconocida por años en la radio, que en sus «mejores tiempos» rindieron frutos millonarios y rebasaron expectativas empresariales, que saben identificar y diferenciar las necesidades auditivas de los públicos y por tanto deciden como actuar con estrategias claras que presentarán en productos auditivos atractivos y producciones de vanguardia que se puedan insertar incluso en redes sociales, pero que tengan ese «toque clásico» que ofrece la magia de la radio.
Generar contenidos de calidad, que igual puedan ser escuchados al aire que en Internet, no es algo sencillo de comprender para quienes hasta hace 6 meses hacían radio como desde hace décadas; hay que ajustar tiempos, proyectos, producciones auditivas que deberán ser transformadas y adecuadas para los nuevos oyentes, pero siempre pensando en lo fundamental para la empresa: ganar dinero, mantener el rating y aumentar el número de anunciantes.
Después de un rato de pensar, reflexionar y analizar lo que ésta pandemia deja como aprendizaje para la radiodifusión, el locutor experimentado encontró respuestas a su cuestionamiento inicial y se dispuso a trabajar en el proyecto, prepararse para los posibles escenarios y entonces, al tiempo justo, actuar y demostrar que la radio sigue ofreciendo oportunidades y áreas de crecimiento laboral. Los empresarios saben que necesitan a ese profesional que no se ha oxidado y que sin duda, está preparado para ser parte de los nuevos retos a enfrentar dentro de esta crisis. La inversión valdrá la pena. ¡Suerte con eso!
Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted, ¡muy buen día!
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