Por: Frida Morales
Derivado de la detención de dos presuntos traficantes de personas en las inmediaciones de la autopista México-Puebla, y en donde elementos policiales rescataron a 12 inmigrantes provenientes de Honduras y Nicaragua, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, dijo, “a los hermanos migrantes de Centroamérica se les garantiza un trato humano”.
Asimismo, indicó que como puebla es un estado por donde “pasa todo”, se cuentan con filtros policíacos en dicha carretera, por lo que de ese modo se pudo detectar la presencia de un vehículo colectivo que transportaba personas.
De igual forma, el mandatario estatal, señaló que las personas rescatadas que se encuentran en condición de ilegalidad en Puebla, fueron puestas a disposiciones de las autoridades migratorias para los procedimientos correspondientes.
Lo anterior ocurrió cuando los agentes realizaban labores de vigilancia en el viaducto elevado y detectaron una camioneta Suburban, con placas de circulación de Yucatán, sin embargo, el conductor de la misma se negó e intentó atropellar a un elemento de seguridad.
Derivado de ello, los agentes siguieron a la unidad, por lo que una de las personas aseguradas por el presunto ilícito, detonó armas de fuego en varias ocasiones y los elementos policiales repelieron la agresión.
Al lograr el aseguramiento de los sujetos y después de revisar la unidad, los uniformados encontraron a 12 personas, siete hombres, cuatro mujeres y un menor de edad, oriundos de Honduras y Nicaragua, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad estatal.
Las personas detenidas por el presunto tráfico de personas, fueron identificadas como Guillermo R. y Adolfo V., provenientes del estado de Veracruz, quienes según la información de la dependencia seguridad, los sujetos forman parte de una banda dirigida por alguien apodado “El Chivo”, dedicado al tráfico de personas originarias de Centroamérica.
Esta supuesta banda, señalaron, trafican con quienes buscan llegar a los Estados Unidos, en busca de oportunidades de trabajo, por lo que los polleros los recogen en Veracruz y Tabasco, y llegan a cobrar hasta 25 mil dólares.
