Ni la pandemia covid-19 impidió que miles de mujeres salieran a las calles para exigir a las autoridades frenar los feminicidios en el país y de los cuales no está exento Puebla.

Partieron de distintos puntos de la capital poblana, pero el contingente más fuerte y numeroso se ubicó de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, localizado en la 5 poniente entre 5 y 3 norte.

Todas las mujeres participantes en la manifestación pidieron lo mismo: “ni una asesinada más”.

En sus pancartas y carteles se podía leer: “Quién fuera estatua para que el estado nos proteja.  Por todas las niñas que ya no están, la mía nunca va a callar. Nos dijeron que no saliéramos solas, así que venimos todas. Soy la hermana de la niña que nunca vas a tocar y la tía del niño que no te acosará”.

Durante su marcha, un grupo radical quemó la puerta del Congreso del Estado y rompió los vidrios del edificio, sede oficial de las y los diputados que, a decir de las manifestantes, han incumplido con la despenalización del aborto.

También dañaron algunos automóviles estacionados enfrente del recinto, algunos de ellos, que se encontraban aparcados en lugar prohibido, se llevaron la peor parte: les destrozaron los vidrios, derribaron la fascia, el parabrisas y los retrovisores.

El PRI municipal tampoco se salvó de las pintas y afectaciones al inmueble, pues sus ventanas fueron quebradas e hicieron pintas a la puerta con la leyenda Puebla feminicida.

Mientras desquitaban su hartazgo por falta de resultados, otras más siguieron su camino rumbo al bulevar 5 de mayo, necesariamente pasaron por la Catedral donde ya las esperaba el grupo católico Viva Cristo Rey.

Hombres y mujeres hicieron una valla para proteger el inmueble histórico mientras oraban el padre nuestro y otros rezos, aunque fue en vano porque lograron marcarla; ellas respondieron: “Saquen sus rosarios de nuestros ovarios”.

Sin mayor altercado con ese grupo continuaron por bulevar 5 de mayo, donde se encuentran los paraderos de la Ruta, todos los localizados de la 5 oriente con dirección a la Fiscalía General de Estado, los vidrios fueron rotos.

Al arribar a la FGE, leyeron su manifiesto, que pide a todos los partidos políticos una democracia paritaria y libre de violencia de género.

“Lo decimos fuerte y claro: ni un agresor en el poder”.

Exigieron alto al feminicidio y el esclarecimiento de cientos de mujeres y niñas que han sido asesinadas cruelmente o desaparecidas; afirmaron que ese fue el objetivo real de la marcha por el Día Internacional de la Mujer.

 

 

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