Tal como lo adelanté en la prospectiva del 24 de mayo, la incidencia delictiva a nivel nacional finalmente regresó a niveles de 2019, con lo cual todo el “avance” logrado durante más de un año de pandemia habrá pasado a la historia.
En términos numéricos entre enero y junio de 2021 se registraron 1 millón 10 mil 305 delitos, 13.7% más que en el mismo periodo de 2020 cuando se registraron 888 mil 97 ilícitos y 2.3% menos que durante el primer semestre de 2019, cuando se contabilizaron 1 millón 34 mil 689 delitos.
Lo anterior confirma que el descenso en la incidencia delictiva se debió al encierro, por momentos casi total, motivado por la emergencia sanitaria que trajo consigo la pandemia, sin embargo hubo gobiernos estatales y municipales que lo atribuyeron a la efectividad de su estrategia, como es el caso del estado de Puebla.
Volviendo a las cifras de delitos totales, es la tercera vez en los últimos 24 años que en un semestre se rebasa el millón de casos denunciados, la primera fue de enero a junio de 2019, la segunda de julio a diciembre del mismo año y la tercera de enero a junio de 2021, semestre que acaba de concluir.
Cabe subrayar que a nivel nacional los delitos que más aumentaron entre el primer semestre de 2020 y el mismo lapso de 2021 fueron robo en transporte público individual en 34.5%, robo de autopartes en 26.1%, robo en transporte individual en 20% y robo a transeúnte en 10.4%, así como fraude en 49.4%, violencia familiar en 23.6% y narcomenudeo en 11.9%, la mayoría de ellos asociados la ruptura gradual del confinamiento.
A nivel estatal las cosas no estuvieron mejor, ya que aumentaron el robo de autopartes en 312%, el robo en transporte individual en 120%, robo a transeúnte en 101%, robo en transporte público colectivo en 85.2% y robo a casa habitación en 34%, así como fraude en 145%, narcomenudeo en 125.6% y trata de personas en 1,200%, en su mayoría también asociados al desconfinamiento.
Cabe agregar que los delitos totales se incrementaron en 22.5% en la entidad poblana, al pasar de 30 mil 116 ilícitos entre enero-junio de 2020 a 36 mil 885 durante el mismo periodo, lo cual indica que de no atenderse éste aumento, la entidad poblana estaría cerrando el año por encima de los 72 mil delitos, la peor cifra de los últimos 5 años.
Una noticia menos mala es que según la Encuesta Nacional sobre Seguridad Urbana (ENSU) del INEGI correspondiente al trimestre abril-junio de 2021, la percepción de inseguridad en las principales ciudades del país solo se incrementó 0.2%, al pasar de 66.4% en promedio a 66.6%, resultado asociado al hecho de que mientras la ciudadanía no sea testigo de un hecho delictivo, una conducta antisocial o víctima de un delito por estar encerrado, su percepción de mantendrá en niveles inferiores a los de pre pandemia.
Para el caso de Puebla capital la percepción de inseguridad mejoró en 1.2%, al pasar de 80.4% a 79.2%, lo cual representa un avance significativo luego de que en diciembre de 2019 registró un 92.7%, que la ubicó temporalmente como la ciudad con la percepción más alta del país.
La siguiente entrega de la ENSU se conocerá hacia la segunda quincena de octubre pero abarcará de julio a septiembre de 2021 y prácticamente será la última de la actual administración municipal y la línea base para el presidente municipal entrante.
Desafortunadamente coincidirá con un incremento en la incidencia delictiva, particularmente de robo en sus diversas modalidades derivado de la apertura casi total de las actividades no esenciales pero necesarias para la reactivación económica que tanta falta le hace al país y al estado de Puebla.
En razón de lo anterior la prospectiva indica que la percepción de inseguridad a nivel nacional rondará el 70% y para la ciudad de Puebla superará el 80%, por lo que el reto de la administración entrante será que no vuelva a acercarse al 90%.