Han transcurrido 11 años después de que José recibió un trasplante de riñón que le devolvió la vida y felicidad, gracias al acto de amor de la familia que dijo “sí a la donación de órganos y tejidos”, así como a la cirugía exitosa por parte del equipo de trasplantes de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades “San José” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla.
En el año 2000 fue diagnosticado con insuficiencia renal y al recibir la noticia su vida dio un cambio drástico, ya que pasó nueve años con tratamiento de hemodiálisis y un año de diálisis peritoneal. Los primeros síntomas que comenzó a presentar fueron cansancio, náuseas, vómito, no toleraba los alimentos; sin embargo, no le dio la importancia a su salud y se dedicó a su trabajo.
Su aspecto físico comenzó a deteriorarse, bajó de peso casi 30 kilos por la falta de alimento, por ello su familia lo alentó a acudir con su médico familiar, ya que desde los 11 años de edad le detectaron hipertensión arterial; después de someterse a una serie de estudios comenzó ese caminar para salvar su vida.
Pero a partir del 12 de julio de 2010, todo mejoró al recibir una llamada del personal del Seguro Social del Hospital de Alta Especialidad “San José” donde le dieron la noticia de que había un donador que era compatible, él no lo podía creer, pensaba que jamás iba a llegar su riñón que tanto necesitaba.
Al paso de nueve años de ser trasplantado todo parecía ir bien, no presentaba ninguna complicación con sus riñones, pero agudizaron los problemas de hipertensión arterial que padecía desde niño y comenzó a tener episodios de falta de aire, por lo que nuevamente se sometió a estudios, pero ahora de índole cardiaco.
Los resultados no fueron muy alentadores, le diagnosticaron una cardiopatía isquémica, por lo que fue necesario un procedimiento de revascularización, para que la sangre y el oxígeno pudieran llegar a las células cardiacas y evitar un infarto, pero todo salió de manera satisfactoria y hoy goza de salud.
“Muchas gracias a la familia que haya donado los órganos de su hijo, estoy muy agradecido con ellos, y a la persona que falleció y que decidió decir ‘sí a la donación de órganos en vida’, y como dicen, después de muerto ¿para qué quiere uno los órganos? Con 11 años de trasplante, el riñón lo sigo cuidando y espero sean 20 años más, también agradezco a los doctores del IMSS por todo lo que han hecho por mí”, expresó José.
El nefrólogo de la UMAE Hospital de Alta Especialidad “San José” y médico tratante del paciente, José de Jesús Vergara Sánchez, enunció que llegó como todo paciente para ingresarse a una lista de espera de donador con muerte encefálica. Él esperó casi 10 años, pero siempre fue un paciente disciplinado que cumplió con los tratamientos.
El nefrólogo detalló que al recibir José el trasplante de riñón “fue un cambio abismal, prácticamente regresan a una vida normal, tomando sus medicamentos pueden integrarse a sus actividades sociales, laborales, familiares y disfrutar de ello, les va muy bien, tienen muchas oportunidades y para ellos es como un renacimiento.”
Los pacientes con falla renal suelen padecer problemas cardiovasculares, en su caso tuvo dos infartos después del trasplante e incluso tuvo una cirugía de bypass; sin embargo, su evolución ha sido muy favorable, el injerto renal está funcionando adecuadamente, no ha presentado episodios de deterioro o de rechazo, ha sido satisfactorio, así lo expresó Vergara Sánchez.
Por último, el especialista del Seguro Social detalló que es muy importante la cultura de la donación, se debe tener una cultura efectiva desde portar su tarjeta de donador de órganos y tejidos hasta externarlo a su familia.
Cualquier persona que así lo desee puede ser donador voluntario de órganos y tejidos, para ello se le invita a consultar la página de internet del Centro Nacional de Trasplantes: https://www.gob.mx/cenatra o visitar la página del IMSS en la liga: http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/donacion-organos donde podrán registrarse.
