HEDONISMO Y CULTURA
Perla Gómez Gallardo[1]
En el desarrollo del análisis sobre la comunicación y el uso del lenguaje es menester entrar a la reflexión posterior a la posmodernidad (en la que se deja de creer en los meta relatos) para ahora centrarnos en la posverdad. La Organización de las Naciones Unidas ONU se pronunció sobre la importancia de defender la verdad. De un tiempo a la fecha se presentan discursos que con el uso del lenguaje pretenden negar la realidad, aunque la tengan fáctica y fehacientemente enfrente.
El impacto de la posverdad la veremos en próxima entrega, en esta ocasión podemos acercarnos al planteamiento de otro uso perverso de la comunicación exacerbada en el contexto de la pandemia, que llevó a la Organización Mundial de la Salud OMS a ponerle un nombre: la infodemia
“El término “infodemia” se deriva de la conjunción de los términos “epidemia” e “información” y hace alusión a un exceso de información (veraz o no) que dificulta que las personas accedan a aquella proveniente de fuentes fiables y obtengan orientaciones válidas en momentos en que se hace más necesario para la toma de decisiones.” [2]
La incertidumbre de la presencia del COVID 19, llevó a la búsqueda (que se facilita con el acceso a las tecnologías de información y comunicación) de información en todo tipo de fuentes de dudosa procedencia, la generación de información de múltiples actores, oficiales, formales e informales, llevó en primer término a una saturación de datos, los primeros de carácter especulativo y con la urgencia de comprender el fenómeno, los riesgos y las primeras acciones que se iban a tomar para resguardarnos; a la par emergió la peor práctica del rumor y la reproducción de contenidos de peligrosas consecuencias.
Ingenuo sería pensar que parte importante de esas plataformas se hicieron en la ociosidad e irresponsabilidad de quienes especulaban y daban remedios que rayan en lo criminal por los efectos en la salud que propiciaron; lo grave es darnos cuenta de que con los “filtros burbujas” se puede manipular a un sector de la sociedad con cierto perfil que favorece esta, sin exagerar podemos identificar que la esperada tercera guerra mundial se está librando en el manejo de las redes sociales. Con la identificación y definición de los componentes de la palabra infodemia, la OMS también señaló:
“La infodemia, además, hace referencia a un gran aumento del volumen de información relativa a un tema, que puede incrementarse de forma exponencial en muy poco tiempo por un incidente determinado, como es la pandemia de la enfermedad por el nuevo coronavirus (COVID-19). En esta situación aparece una mezcla de información científica y técnica con rumores, datos manipulados, falsos expertos, información incorrecta y noticias falsas y tendenciosas que dificultan el procesamiento y discernimiento por parte del receptor.”
Alerta la OMS la facilidad de incrementarse en la cantidad y diversidad de contenidos a la par del fenómeno de la pandemia que la potencializa. Fácil resulta para quienes quieren manipular para que sectores de la población no se vacunen o consuman y realicen prácticas que carecen de racionalidad, pero que tiene plena justificación frente al miedo que esta incertidumbre propicia.
Lo más grave es la secuela de acciones que pueden llevar a cabo las personas que carecen casi de manera generalizada de habilidades y herramientas que les permita discernir entre la verdad o mentira (sobre todo ante plataformas que tienen diseños y contenidos con apariencia de cientificidad o que mezclan partes de verdad con especulaciones absurdas. Importante será “alfabetizar” en el uso de las TIC´s a todas las personas para “vacunarlas” de la infodemia, el reto no es menor.
Twitter @TPDI
[1] Profesora Investigadora Titular C de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa. Catedrática de Licenciatura y Posgrado en la Facultad de Derecho UNAM.
[2] Para profundizar sobre las citas aquí analizadas, consultar: https://www.paho.org/journal/es/articulos/infodemia-tiempos-covid-19