A las cosas por su nombre
Alejandro Elías
Estudiar el microcosmos siempre ayuda a entender un acontecimiento mayor.
Micro
A Lolita le molestó que Ana, su vecina, le pidiera recoger las heces de su perro, toda vez que lo había visto defecar en la banqueta, afuera de su casa. Lolita le comentó que su perro no sale a la calle y Ana le mostró una fotografía del animal en el momento de la acción.
Enojada, Lolita comenzó a hablar mal de Ana, generando un chisme en el cual aseguraba que era una ladrona y que había qué desconfiar de ella. Varios vecinos creyeron la historia de Lolita y poco a poco dejaron de hablarle a Ana, quien semanas más tarde se preguntó qué pasaría con sus vecinos, anteriormente tan amables.
Pequeño
El 10 de enero de 2020, en el poblado de Faja de Oro, lincharon y quemaron vivo a Alfredo N, tras los rumores de que había violado y asesinado a una menor de seis años; tras las pruebas periciales, se determinó que el hombre ejecutado por la turba era inocente. De manera que un chisme terminó en una tragedia desatada por un colectivo justiciero.
Medio
A Bárbara le molestó que le cobraran $10 por el estacionamiento en la plaza cercana a su fraccionamiento. Discutió con el vigilante porque: “sólo entré 15 minutos, no tenían lo que busco, ¿por qué voy a pagar el estacionamiento?”. El vigilante tiene orden de cobrar todo boleto que no esté sellado, de lo contrario, se lo cobran a él.
Sugirió a la mujer que regresara al negocio donde buscó las cosas que no había y que pidiera que le sellaran el boleto.
Molesta por lo que consideró una arbitrariedad, le aventó la moneda de $10 y arrancó golpeando el trafitambo naranja.
Una vez en su casa, se sirvió una copa de vino y se sentó a vomitar su coraje, por supuesto, en el chat de los vecinos de la zona; publicó que la plaza de la colonia era un asco, que la caseta de entrada que habían puesto era horrible y que generaban un problema de tráfico porque los autos se amontonaban y obstruían la circulación; también agregó que el servicio en la plaza era de lo más deficiente y que era una de las razones por las que no volvería a ir; sus amigas comenzaron a apoyarla argumentando otras cuestiones negativas de la plaza que pudieran ser verdad o mentira, es decir, el chisme se esparcía en una red social.
Lo que no alcanzaron a ver Bárbara y sus amigas, era que muchos de sus vecinos eran emprendedores que habían abierto negocios en esa plaza y que boicotear de esa manera un conjunto comercial, era atentar contra sus propios vecinos, lo que, de tener el éxito que esperaban, desataría una cadena que al final acabaría perjudicando la economía local.
Macro
A alguien se le ocurre publicar en redes sociales que Fulano ofendió, por ejemplo, en su sketch, a la comunidad equis (ahora que proliferan las comunidades en todos los rubros y las hay para aventar para arriba); acto seguido, se viene una avalancha de comentarios en Twitter solicitando boicotear al denostador.
Estamos entrando a la llamada Cultura de la Cancelación.
Y como por arte de magia, la carrera de Fulano desaparece de la noche a la mañana; años de trabajo se esfuman como producto de un soplido, debido a que, a alguien, quizá con una mente muy pequeña, una serie de complejos, pocos estudios o un nivel de ignorancia superior, se le ocurrió publicar un chisme que un buen número de gente –sin siquiera conocer los hechos–, respaldó, por la simple necesidad de pertenencia al grupo (Abraham Maslow).
En pocas palabras, es hacer justicia por propia mano apoyados por la comunidad (virtual); anarquía a todas luces.
Se van cumpliendo las proyecciones de la serie Black Mirror.
Habrase visto mundo más loco.
F/La Máquina de Escribir por Alejandro Elías
@ALEELIASG