Pese a que granaderos montaron un dispositivo de seguridad alrededor del Congreso del Estado de Puebla con vallas, trabajadores del poder judicial lograron ingresar a la calle donde se ubica la sede oficial.
Primero traspasaron el dispositivo en la 3 Norte, tirando a los elementos de seguridad, luego comenzaron a azotar una de las puerta de la 5 poniente, pero no lograron ingresar.
Enojados, un grupo pateó la entrada principal y con una sombrilla rompió los vidrios del edificio histórico tanto de la puerta como ventanas.
Ante ello, fueron rociados con gas de extintor y pintura azul para replegarlos.
Mientras eso ocurría, la Comisión permanente daba entrada al proyecto de la Reforma al poder judicial enviada por el senado de la república, y posteriormente se aprobó en la comisión de gobernación.
Los trabajadores del poder judicial afirmaron que no querían violencia y llamaban a la policía a unirseles, sin embargo, los uniformados fueron golpeados y llamados «cuidadores de traseros».
«A ustedes los mandan a cuidar las nalgas de esos traidores, ustedes deberían unirse a nosotros porque solamente con el amparo les han logrado respetar sus derechos, es una vergüenza que ustedes se presten a cuidarles el trasero a ese grupo de traidores».
Es de resaltar que el grupo de trabajadores del sexto circuito no era superior a los 50.