Con un aproximado de 40 vehículos en caravana y más de dos mil manifestantes, los participantes demandaron la construcción de un destacamento de seguridad dentro de la Central de Abasto, así como rondines constantes por parte de las autoridades. Luis Pinto, representante de los comerciantes, solicitó al ayuntamiento que asigne un terreno para instalar un destacamento que pueda ser utilizado por la Guardia Nacional, la Marina, o las policías estatal y municipal.
Durante la marcha, los manifestantes relataron varios casos de violencia que han sufrido. Entre ellos, el reciente asesinato de Norma «N», comerciante baleada al resistirse a un asalto el pasado 11 de enero, y el caso de un comerciante de pollo que fue atacado a tiros para robarle su vehículo, falleciendo días después. Además, denunciaron múltiples asaltos violentos registrados a lo largo de los años.
La marcha inició en la Vía Corta a Santa Ana, avanzó por la 11 Norte, continuó por la calle Reforma y concluyó en el Zócalo. A lo largo del recorrido, los participantes corearon consignas exigiendo seguridad y visibilizando la situación de violencia que enfrentan diariamente.
A pesar de un reciente operativo de seguridad que resultó en dos detenidos y la recuperación de un vehículo robado, los comerciantes enfatizaron la necesidad de presencia policial permanente para inhibir los delitos en la zona. “No necesitamos solo operativos esporádicos, requerimos seguridad constante”, concluyó Luis Pinto.
La marcha, que duró más de tres horas, generó caos vial en el norponiente de la ciudad, afectando el tránsito en las inmediaciones del recorrido.
