Tras cinco meses de reclusión por el sonado ataque a Valentina Gilabert, la influencer Marianne Gonzaga reapareció en redes sociales con impactantes declaraciones que apuntan directamente a su expareja, José Said, como el detonante de la agresión. En un emotivo video, Gonzaga rompió el silencio sobre la violencia psicológica que afirma haber sufrido durante su relación.
La creadora de contenido presentó lo que describe como pruebas contundentes: capturas de pantalla de conversaciones, imágenes y videos donde, según su testimonio, se evidencia un patrón de maltrato emocional, manipulación y dependencia afectiva por parte de Said, quien es padre de su hija Emma. «Fue uno de los grandes detonantes de esta historia», afirmó con contundencia la influencer.
Entre las pruebas más impactantes que compartió destaca un mensaje donde José Said se refiere al embarazo de Marianne como un «error» y llama «feto» a su propia hija antes de nacer.
«Conocemos la violencia física, pero no la psicológica», declaró Gonzaga, aclarando que su objetivo no es justificar sus acciones pasadas –»Nada justifica lo que hice, jamás, porque fue un delito»– sino visibilizar el ciclo de violencia invisible que muchas mujeres enfrentan solas.
La situación legal y familiar de Gonzaga sigue siendo compleja. Asegura que no existen restricciones legales para convivir con su hija, pero denuncia que el propio José Said bloquea activamente cualquier acercamiento entre madre e hija.
Esta revelación se produce poco después de que la influencer estuviera en el centro de otra polémica, esta vez con la cadena Soriana por una fallida colaboración. Sin embargo, el foco regresó rápidamente a su vida personal con la publicación del testimonio sobre violencia emocional.
El caso Gonzaga-Gilabert conmocionó a las redes sociales hace meses cuando Marianne atacó físicamente a Valentina Gilabert, actual pareja de Said, causándole lesiones graves en cuello, tórax, pulmón y manos.
Ahora, desde su nueva posición, Marianne Gonzaga busca contar su versión completa de los hechos, insistiendo en que aunque asume su responsabilidad penal, existieron factores previos de maltrato que explican, sin justificar, el estallido de violencia. Su caso reabre el debate sobre las complejas dinámicas de la violencia en las relaciones y cómo el maltrato psicológico puede preceder a crisis mayores.
