Tras una carrera de 30 años en el automovilismo, incluyendo una década en la Fórmula 1 con escuderías como Ferrari y McLaren, Johansson encontró una nueva vocación en el arte. El detonante fue la trágica muerte de su amigo Elio De Angelis en 1986, lo que lo impulsó a rendirle homenaje con pintura.

La exposición actual, enmarcada en el Gran Premio de México, muestra retratos de autos icónicos de pilotos como Charles Leclerc, Lewis Hamilton, Fernando Alonso y Max Verstappen. Las obras destacan por su estilo híbrido entre impresionismo y puntillismo, reflejando la estética que siempre atrajo al artista.

Johansson confesó que su interés por el arte nació desde joven, pero fue tras el accidente de De Angelis que decidió expresarse con pinceles. “Fue como si me hubiera impactado un rayo”, comentó sobre su primera experiencia artística, la cual marcó el inicio de una nueva etapa personal.

El accidente de De Angelis ocurrió en el circuito Paul Ricard, en Francia, cuando el alerón de su auto se desprendió, provocando un incendio fatal. Este hecho dejó una huella profunda en Johansson, quien desde entonces canaliza sus emociones en cada obra.

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