Sensibilidad es una palabra que pareciera muy simple, pero encierra muchos conceptos que en las esferas políticas y oficiales es aplicada de acuerdo a las circunstancias, pero más que nada a las conveniencias, eso como siempre, primero personales luego de grupo y después para quienes  los abanderan.

Y como en todo siempre hay quienes de acuerdo a sus intereses, ponen de moda las palabras de acuerdo a sus actividades pero principalmente en su beneficio para tratar de ocultar las barbaridades en que se incurre, y para hacer creer a la población que están atentos a lo que le sucede a esta y que están muy preocupados, más no ocupados en situaciones a las que contribuyeron a que a la mayoría les vaya mal menos a ellos ni los grupos a que pertenecen principalmente los políticos.

Es por eso que en los últimos tiempos a muchos funcionarios, jefes de oficina, áreas de  comunicación social, de logística o todo lo que se relacione con cuidar la imagen del titular, lo que más les preocupa, no es precisamente que sus actividades -como debe ser- se reflejen en el bienestar de la ciudadanía o bien en la atención a sus demandas, sino que mediáticamente salgan bien librados a pesar de que no hacen nada o lo poco que hacen no es de beneficio para nadie o que actúan totalmente al contrario a las indicaciones de quienes los invitó a colaborar, y que de alguna forma confunden con un empoderamiento que los hace inmunes a todo.

Lo malo es que las instrucciones para quienes defienden la imagen de aquellos que además de sensibilidad les falta capacidad, es que tienen la idea en primer lugar de que la población les creerá, y en segunda para que no estén en la mira de la autoridad superior que puede quitarlos sí ese es solamente su deseo o capricho, ya que no se debe olvidar que la capacidad en los cargos poco tiene que ver, porque aún es posible saber que un ingeniero o licenciado dirige al sector salud o quien fuera un perfecto desconocido ahora esté al frente de tal o cual partido o dependencia oficial.

Es por eso quizá que en los últimos meses la principal preocupación de algunos funcionarios de todos los niveles, es que lo mínimo que afecte su imagen sea del conocimiento público, por lo que es común que las “peticiones y/o sugerencias”, a los medios de información sean cada vez más constantes, pero por otro lado lo que descuidan, es la labor que deben realizar y por la cual fueron invitados muchos de ellos a colaborar, porque eso es final y realmente lo que más se ve, se juzga y se califica por la clase gobernada.

En el caso de Hidalgo, cada día el temor crece de que les den las gracias y tengan que dejar el cargo hasta de manera vergonzosa al anunciarse en el mediano plazo que los que salgan fue porque no cumplieron con las expectativas, que les quedó grande el puesto, y lo peor de todo es que no hicieron nada que se pudiera reflejar en el bienestar de la población porque finalmente a eso llegaron, además ahora se tendría que ver si en ese corto tiempo en el que estuvieron cambió su situación económica, porque es más que sabido que muchos llegan al cargo para asegurar su futuro y hasta el de sus generaciones siguientes.

A de Buena Fuente, se comentó que ya hay preocupación en muchas de las áreas oficiales, a las que se les ha iniciado una evaluación por lo que al parecer algunos personajes que estaban acostumbrando a la ciudadanía a que les creyera que trabajaban han buscado la forma de “enfermarse” para tener una salida honrosa, además de que se  ha filtrado que uno que otro que confía en ese amigo, familiar, compadre o lo que se le parezca y por lo cual llegó al cargo, seguirá haciendo de las suyas, pero que al final no tendrá una salida nada honrosa y que solamente el tiempo hará que la población lo olvide.

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