Es sorprendente la evolución y el desarrollo que el ser humano ha logrado desde su aparición sobre la faz de la Tierra, su inteligencia ha quedado de manifiesto consolidando su poderío y supremacía en el reino animal, hemos avanzado a pasos agigantados cubriendo todos los resquicios del quehacer humano: artes, construcción, herramientas, tecnología, industria, todo en aras de lograr una “mejor calidad de vida”.

Sin embargo, esa capacidad de crear ha dejado de lado el bienestar del ser humano para dar paso al poder sobre el ser humano, nos encontramos en una carrera industrial, donde demostrar el poder sobre los demás en todas sus formas es esencial, sin olvidar la carrera armamentista.

Esta loca carrera ha enceguecido al hombre al grado de no permitirle ver el daño que se hace a sí mismo, ahora vivir bien implica cambiar radicalmente los paradigmas que nos hemos formado hasta este momento, el desarrollo, sobre todo el industrial, no ha dado lugar a una convivencia amigable con el medio ambiente ni mucho menos de conservación.

Pero eso no es lo peor, hace décadas que científicos han alertado sobre el daño irreversible que se está ocasionando a la Tierra y que urge la atención de todos, llamado que ha sido ignorado abierta y cínicamente, lo más reciente y sin el más mínimo raciocinio, uno de los países que más industrias tienen no solo en su territorio, negó que estas afectaciones sean una realidad.

Y como si de una advertencia y de una demostración se tratase, en los últimos días un sistema de fenómenos meteorológicos se formaron frente a este país y ya son dos los que lo han impactado dejando miles de afectados e incuantificables daños materiales.

El cambio climático amenaza directamente a la agricultura, y esta actividad es uno de los sustentos principales para la alimentación, además se prevé el aumento en el nivel del mar que invadirá algunas costas y severas inundaciones en otras. La Organización de las Naciones Unidas advierte que los efectos son de alcance mundial y de una escala sin precedentes, así como la urgencia de tomar medidas desde ya.

Se ha registrado un aumento en la temperatura mundial, los océanos se han calentado, es evidente que las zonas de nieve han disminuido, sobre este punto todos los días recibimos imágenes donde se observa el derretimiento glacial, también podemos ver comparativos donde hace años se puede apreciar un espacio cubierto de nieve para dar lugar en la actualidad a extensos campos cubiertos de pasto.

Es un hecho que ya se ha dado un aumento en el nivel del mar afectando todos estos cambios a importantes ecosistemas, pero sólo es un inicio, aún pueden darse más cambios en perjuicio del orden natural y de generaciones resientes y futuras.

Los acuerdos entre países en este asunto ya no pueden quedar solo en buenas intenciones, ya no pueden quedar en un sarta de discursos y en una lista de acciones sin ejecutar, el bienestar de la humanidad ahora no radica en proporcionar el mejor auto, en el plástico más resistente ni en cualquier otro producto cuyos procesos conlleven a la deforestación o a la contaminación de cielo, mar y tierra.

Se requiere exactamente lo contrario, voltear hacia la conservación del medio ambiente y en el respeto a nuestro entorno, a la Tierra, ya que tantos años de sabiduría no han servido para garantizar la supervivencia humana sobre el único planeta, se supone, donde puede haber vida.

El cambio climático y sus consecuencias son reales, basta con poner atención en los eventos naturales de los últimos días, los tornados ya son un fenómeno que se puede desarrollar en cualquier parte, los cambios en el ciclo agrícola, sequías, calor intenso, varios fenómenos meteorológicos simultáneos en el mar, que a su vez, son más violentos y devastadores.

Cuidemos nuestro mundo, cuidemos nuestra tierra, ecuchémosla, es la única que tenemos.

Retroalimenta: malo_en@hotmail.com

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here