Estamos en temporada de bajas temperaturas y vientos estacionarios en la Zona Metropolitana del Valle de México, pero también de una gran movilidad urbana animada por la cercanía de las festividades de fin de año.
Ante este fenómeno, y con el fin de prevenir daños a la salud de la población, las autoridades ambientales de los gobiernos que integran la Megalópolis (Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Ciudad de México) fortalecen las acciones de prevención para mitigar las emisiones contaminantes y exhortan a la población a cuidar su salud.
Por las condiciones climáticas, en las primeras horas y casi hasta el mediodía durante la temporada de partículas 2017-2018 se percibe una notable contaminación atmosférica.
Estas son horas valiosas para cuidar nuestra salud, más aún en el caso de las personas vulnerables: niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y quienes padecen males respiratorios y cardiovasculares.
En horas tempranas, los niveles de contaminación del aire presentan incrementos extraordinarios de partículas suspendidas conocidas como PM10, las mismas que en años recientes han motivado la activación del Programa de Contingencias Ambientales Atmosféricas.
Po lo anterior, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME) hace un exhorto a los paseantes y pobladores para evitar encender fogatas, quemar llantas, basura y cualquier tipo de residuo, así como juegos pirotécnicos.
De igual forma y por la cercanía de la temporada decembrina, hacen el llamado para utilizar transporte público, esto mediante la planeación previa de las salidas a centros comerciales.
De igual manera, para las zonas rurales, es recomendable evitar la quema de pastizales y la preparación de terrenos de labora mediante la técnica roza-tumba-quema.
Entre otras medidas en beneficio del medio ambiente, la CAME pide a los pobladores de la megalópolis evitar el encendido de chimeneas domésticas, al tiempo de invitar al barrido húmedo de calles, patios y banquetas, esto con al intención de evitar la propagación de partículas nocivas para la salud.
Pues de no ser así, se incrementan las enfermedades respiratorias crónicas y agudas, mismas que reducen la capacidad respiratoria, pueden aumentar episodios de asma e incremento en casos de enfermedades cardiovasculares.
