La semana pasada durante la presentación de las actividades culturales taurinas que se desarrollarán en el marco de la feria de Huamantla en su edición 2019, surgieron diferentes temas que llamaron la atención de quienes cubrimos la rueda de prensa.
Uno de ellos fue la respuesta que el novillero José de Alejandría ofreció a las polémicas declaraciones que emitió el empresario de esa feria, Marco Castilla, quien comentó públicamente que actualmente no hay novilleros que quieran salir a morirse en el ruedo.
Y es que el comentario cimbró a más de un novillero de una de las tierras con más arraigo y tradición taurina como lo es Tlaxcala, pues de acuerdo con José de Alejandría, los torerillos que apenas comienzan en esto tienen que “pasar las de Caín” para pegar un capotazo o muletazo en lo que él mismo llamó, los pueblos de Dios.
No fue extraño que a los novilleros molestara la declaración del empresario, máxime cuando tienen que enfrentar diferentes obstáculos para poder figurar en un ambiente de por sí complicado en la actualidad.
A propósito del tema, el próximo nueve de agosto a las siete de la tarde en el Museo Taurino de Huamantla, el que escribe moderará una tertulia con cinco novilleros de Huamantla, en donde sin duda, el tema principal será su defensa a la actual actividad novilleril.
En la charla denominada “Por supuesto que existo…soy torero”, participarán Sebastián Palomo, Emilio Macías, José de Alejandría, Irvin Recoba, y Diego Torres.
Por cierto que como parte de las actividades culturales que se desarrollarán en ese marco, destaca que el día lunes doce de agosto a las siete de la tarde, se llevará a cabo la presentación del documental Rodolfo Rodríguez “El Pana”, el cual ya es esperado por la afición a los toros de nuestra tierra.
En el mismo evento, nos enteramos tras bambalinas que no existe la certeza plena de la procedencia de los 17 toros que se soltarán en la próxima edición de la Huamantlada.
Sería importante que el ayuntamiento pudiera precisar y garantizar que se trate de un encierro adecuado para este evento que conlleva una máxima peligrosidad para los asistentes, y que ante un toro ya con lidia o toreado, el riesgo se eleva.
Los toros ya se encuentran en los corrales de la plaza de toros La Taurina de Huamantla, y de acuerdo con versiones de quienes ya vieron ese encierro de 17 toros, se trata de un lote muy mal presentado. Ya veremos.
Novilladas en Arroyo
A partir del sábado 20 de julio en la plaza de toros Arroyo en la capital del país, se desarrollará la temporada novilleril 2019 que incluyó en su cartel a dos toreros tlaxcaltecas que han destacado en sus más recientes presentaciones: José Alberto Ortega y “Curro” Recoba.
El elenco de novilleros está integrado por 24 toreros de diferentes regiones del país, y sin duda Tlaxcala tendrá a dos embajadores importantes con su presencia en una de las tardes que se irán dando a conocer con oportunidad.
En tanto, las ganaderías que lidiarán en una de las plazas con mayor tradición en la capital del país, son: La Punta, San Martín, José María Arturo Huerta, El Batán, Huichapan, Medina Ibarra, José Farías, La Venta de Romero, Caparica, Pedro Haces e hijos y Palma del Río.
En el caso de José Alberto Ortega, ha mostrado tener madera de torero bueno y evidentemente cuenta con los sabios consejos de su padre, el matador de toros Alberto Ortega, quien se encumbrara como torero en la década de los noventas.
Sanfermines
A propósito de los Sanfermines que se desarrollaron en Pamplona, España, en la red social Facebook la Peña Taurina de Huamantla publicó cuatro fotografías de un evento similar que se desarrolló en las calles de la capital tlaxcalteca hace ya varios años.
El evento se denominaba “Pamplona en Tlaxcala”, y en su momento atrajo a un número importante de turistas que venían a presenciar los encierros taurinos muy al estilo de Pamplona.
El encierro de los toros era resguardado en el estacionamiento de la parte trasera de Palacio de Gobierno, y de ahí salía con rumbo a la plaza Jorge Aguilar “El Ranchero”, un trayecto mucho menor al de Pamplona, pero que generaba la misma expectativa y adrenalina entre los asistentes.
Los toros que se corrían en ese evento eran lidiados por la tarde, aunque al parecer no gustó mucho a toreros y ganaderos, que se expusiera el ganado, además de que a los restauranteros del primer cuadro de la ciudad, también incomodó.
