El encargado de la pastoral y la casa del migrante, Elías Dávila Espinoza informó que derivado de la pandemia mundial por Covid-19, el flujo de migrantes  al albergue “La Sagrada Familia” ubicada en Apizaco se redujo considerablemente; pues durante los tres primeros meses del año, arribaron  entre 350 y 400 migrantes, mientras que el mes de abril cerró con 134 únicamente.

Externó que por parte de los migrantes que en su mayoría son provenientes de países como Honduras, Nicaragua y Guatemala han externado su temor a contagiarse de coronavirus en su trayecto, se arriesgan pues la seguridad ha disminuido en algunos puntos debido a que se han enfocado a la contingencia.

“El flujo de migrantes por el albergue se ha reducido debido a que las fronteras de sus países se han cerrado por la pandemia, además del temor a contagiarse; otra situación es que  tras la medida tomada por el Instituto Nacional de Migración (INM) de exigir la salida inmediata de migrantes de sus estaciones, no tiene a donde dirigirse más que a los albergues más cercanos”

En este sentido, señaló que por parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), quién es el encargado de proteger a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos, han dotado a la casa del migrante de algunos insumos de cuidado personal, como cubrebocas, gel antibacterial y guantes para proteger la salud durante su estancia.

Además de que comentó que en el momento de llegada de algún migrante se les toma la temperatura, se les pide su aseo general (lavado de manos, e incluso lavarse los pies o zapatos con una solución a base de cloro), y que durante su permanencia en el albergue utilicen guantes, careta o cubrebocas; además de mantener la sana distancia entre los usuarios.

Dávila Espinoza, refirió que actualmente son diez los migrantes que ocupan el albergue, “nosotros les pedimos que estén dos días y que continúen su viaje porque le albergue es de tránsito, es de paso, únicamente han permanecido dos personas por más tiempo, una porque cayó del tren, esta golpeado y no pude viajar, y otro por tema de unas úlceras”.

Compartió que a la par de alimentar a los migrantes, tiene una campaña de alimentar a las personas en situación de calle, por lo que recorren mercado y semáforos para compartir un poco de alimento.

Finalmente, hizo hincapié que durante el  mes de contingencia han sido puros hombres los que han arribado, ni mujeres ni niños; sin embargo resaltó que marzo cerró con la vistita de 30 menores de edad y en menor cantidad mujeres.

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