El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino pidió la intercesión de la Virgen de Ocotlán para que llegue a su fin la pandemia de Covid-19 que aqueja al país; esto en el marco de la renovación del Patronato de Nuestra Señora de Ocotlán.
⛪️Pide Obispo intercesión de la Virgen de Ocotlán para que cese la Pandemia #COVID2019mx 😷🦠
•Este lunes se realizaría la tradicional bajada de la Virgen de Ocotlán. pic.twitter.com/4FRd2HoHLm
— Síntesis Tlaxcala (@TlaxSintesis) May 17, 2020
La máxima autoridad eclesiástica en la entidad refirió que como un acontecimiento único se ha subido al santuario en peregrinación espiritual para renovar el patronato, pedir por la salud de los enfermos de Covid-19, pedir por el fin de la pandemia y el eterno descanso de los que han fallecido por esta enfermedad.
Gracias madre señora nuestra de Ocotlán por estar siempre con nosotros y darnos el agua santa para nuestra salud y vida, te pedimos que vuelvas a nosotros tus ojos misericordiosos y asistas a todo el personal médico de la entidad que día y noche cuidan de los enfermos por esta pandemia”.
En este sentido, el Obispo imploró a la Virgen que ilumine las mentes de los hombres y mujeres de ciencia para que encuentre las soluciones adecuadas y se venza este virus, así como para que las autoridades de las naciones actúen con sabiduría, diligencia y generosidad socorriendo a los que carecen de lo necesario para sobrevivir durante esta situación tan difícil para la sociedad.
Mencionó que desde el 2018 se realiza la revocación del Patronato después de realizar la tradicional bajada de la Virgen de Ocotlán, celebración que este año se suspendió por motivos de la contingencia sanitaria.
A puerta cerrada en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en la capital Tlaxcalteca, Salcedo Aquino externó que durante el mes de mes de mayo la ciudad de Tlaxcala y toda la diócesis celebra lo que nosotros llamamos la “Bajada de la Virgen” un gesto que tiene la Virgen para cada uno de nosotros, “bajas a nuestra realidad, nuestro dolor, nuestra periferia , ahí donde se teje cada día la vida de nuestro pueblo, el tercer lunes de mayo desde la media noche bajas de tu santuario y recorres nuestras calles, Tlaxcala detiene su vida diaria para exclamar, tus nos escogiste, somos tu heredad, sálvanos ahora y en el expirar” a
Sin embargo, comentó que este año las calles están silenciosa, sin alguna confección de alfombras de flores, sin casa adornadas, pues la entidad está invadida por el dolor, la tristeza y la incertidumbre.
Muchos de tus hijos están enfermos y otros nos han dejado, una pandemia agobia no solo a nuestro pueblo sino al mundo entero, desde hace varias semanas nos hemos quedado en casa cuidando la salud de los demás y la nuestra, por ese motivo hoy tu pueblo sube con su corazón hacia tu bendita imagen implorando tu intercesión”.
Finalmente, durante la eucaristía recordó que en 1541 se vivió una devastadora epidemia que arrasaba con al vida de nuestro pueblo. Y la Virgen de Ocotlán salió al junto con Juan Diego de la comunidad de Xiloxoxtla, al ver que la población sufría por una enfermedad, por lo que dejo de legado a Tlaxcala el agua bendita de su pozo, para sanación de los enfermos.
