Esta conmemoración se celebra cada año desde el 2001 como consecuencia de la Conferencia General sobre el Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras ya que desde aquel entonces se mostraba una preocupación creciente por la fabricación y trasporte ilegal de armas.
La actividad tiene consecuencias en muchos sectores pero sobre todo para las labores humanitarias, la conciliación de la paz y la seguridad de la sociedad en general, es por ello que muchas naciones se suman a la destrucción de las armas durante esta fecha.
Y es que aunque se a buscado educar a la población en general sobre el riesgo de tener armas propias lo cierto es que las personas siguen teniendo este tipo de objeto para su uso personal y en múltiples ocasiones no cuentan con el entrenamiento necesario para utilizarlas de forma correcta lo cual les puede traer graves consecuencias a su integridad física y psicológica.
Como consecuencia de esta celebración se estima que cada año se destruyen aproximadamente ochocientas mil armas de fuego , pero cada vez que se destruye una otras diez ocupan su lugar, demostrando que aun queda un largo camino por recorrer.