Este domingo 9 de agosto se retomaron las misas dominicales en la entidad bajo protocolos sanitarios y con una reducción de asistencia tal como lo había anunciado la Diócesis días anteriores.

En la homilía, el obispo Julio César Salcedo Aquino, resaltó que el retomar las misas con la asistencia de fieles es una gran iluminación para la fe católica, por lo que pidió todos nos encomendemos a Dios para que nos proteja en estos tiempos tan adversos.

Señaló que tras casi 5 meses de no haber tenido misas dominicales presenciales por motivo de la contingencia sanitaria por Covid-19, se están reanudando este día las misas para poder encomendar a todo el pueblo tlaxcalteca, el país y mundo entero, ante esta adversidad, y que dentro de estas consecuencias que se viven con motivo de la pandemia se pueda salir adelante.

“El evangelio de hoy, es una gran iluminación ante esta apertura por todo lo que estamos viviendo, y enviándonos un mensaje de que Dios está siempre con nosotros, y aprovechar estos tiempos para pedirle al Señor que nos salve y extienda su mano, ya que la sociedad, la iglesia y el mundo entero está viviendo situaciones adversas, viento contrario, por lo que sentimos inseguridad, duda, temor, pero el Señor saldrá a nuestro encuentro”.

Salcedo Aquino, señaló que esta pandemia nos ha hecho ver lo frágiles y  vulnerables que somos, pero sobre todo de que necesitamos la ayuda de todos, por lo que exhortó nuevamente a todos para que oren y pidan a Dios paz y serenidad ante estos tiempos.

Mencionó que con la reapertura de templos se busca reforzar la fe, la esperanza para no caer en el miedo y desesperación. Por lo que acotó se mantendrán en todo momento los protocolos sanitarios como toma de temperatura, aplicación de gel antibacterial y la sana distancia. Además de la reducción del tiempo de duración de la misa para no exponer a los fieles a estar en un mismo lugar mucho tiempo.

 

 

 

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