Con más de 40 años de trayectoria como atleta, el entrenador Juan Salvador González, es sinónimo de trabajo, perseverancia y disciplina, características que le permitieron ganar maratones a nivel nacional e internacional, con esa experiencia, actualmente forma deportistas en el Club Gacelas de atletismo de San Pablo del Monte, su tierra natal.
El estratega que actualmente cuenta con 59 años de edad, recuerda que el gusto por el atletismo no fue obra de la casualidad, sino por herencia familiar que iniciaron sus tíos en 1960, “los hermanos de mi mamá Julián, Pedro y Adán González comenzaron a correr, en un principio representaron a Puebla, cuatro años más tarde, en 1964, Julián fundó el club Gacelas, que en ese entonces se conformó con boxeadores, ciclistas y atletas”.
EL INICIO
El también instructor del Instituto del Deporte de Tlaxcala (Idet), indicó que acompañaba a sus hermanos a carreras que se realizaban en el estado y en la región, “observaba como ganaban sus trofeos, pensé que también podía hacerlo, fue a los 20 años de edad cuando debuté en una carrera estatal en el estadio Tlahuicole, mi primera prueba fue en los 5 mil metros, no entrenaba aun así participé, terminé en el último lugar, en ese momento fui la burla de los amigos de mis hermanos, eso no me gustó; sin embargo, me motivó a seguir adelante, entrenar y demostrarles que era mejor que ellos”.
El coraje y recodar ese trago amargo, incentivó a Juan Salvador a entrenar con su tío Pedro González, “comenzábamos a las 4 de la mañana, después me iba a trabajar, saliendo estudiaba la carrera técnica como electricista, terminaba a las 9 de la noche, “eran tantas las ganas, el deseo de demostrarles a los que se burlaron de que sí podía. Hacía campamentos, concentraciones previo a un maratón, en la Malinche, me prestaban un cuarto sin ventanas, puertas y ahí dormía”.
El ganador de tres ocasiones el Premio Estatal del Deporte, mencionó que Bartolomé Tlatempa, integrante del equipo entrenaba una vez por semana en el Comité Olímpico Mexicano y les compartía el plan de entrenamiento que les enviaba el marchista Eladio Campos.
Con tono firme y convicción, afirma que en la vida se deben tener metas “una de las mías en ese momento era ganarle, primero a mis paisanos y después a los grandes corredores de Tlaxcala como lo eran en aquellos años Eladio Conde, Jaime Márquez, los hermanos Antonio y Luis Candia de Apizaco”.
PRIMEROS RESULTADOS
Después de intensos y arduos entrenamientos, los primeros resultados llegaron, en medio año de trabajo ya había vencido a sus paisanos que se mofaron en su debut, era el momento de demostrar su calidad en el atletismo y hacer valer el mote de su club Gacelas.
“Fui a participar en 1993 a Tepic, Nayarit, ahí gano mi primer maratón y un Volkswagen, hubo nivel, competí con los campeones Panamericanos de la Habana, Cuba, eran los rivales a vencer; asimismo participó Samuel López Escorcia, ganador de múltiples maratones. Más tarde, se abrió la posibilidad de viajar a Cuba, platicando con el entrenador Luis Ordóñez aprobó que sí fuésemos a la isla, me inscribí en los 42 kilómetros y fue así como gané la maratón de La Habana”.
Poco a poco se conocía más de Juan Salvador González a nivel nacional, “hice un balance de 25 maratones que corrí, ya había ganado 14, siete en el extranjero y siete en el país, mi mejor tiempo era de 2 horas 16 minutos que realicé en la maratón de Los Ángeles, California. Sin duda la mayor satisfacción es ganar un maratón”.
LA CONSOLIDACIÓN
En 1996, el nombre de Juan Salvador se escuchó en todo el país al escribir su nombre con letras de oro al ganar uno de los maratones más representativos, el de la Ciudad de México, justa en la que solo tres tlaxcaltecas se habían consolidado (Emma Cabrera Palafox, Edilberto Méndez Hernández y Karina Pérez Delgado).
Meses después, los buenos resultados en México hicieron que viajara a Canadá, para participar en la Maratón de Vancouver, “gané tres ocasiones consecutivas en los años 96, 97 y 98, en el año 99 ya no pude hacerlo, debido a la cantidad de nieve que cayó en ese momento”.
La oportunidad de portar los colores de México en Juegos Olímpicos se presentó; sin embargo, una lesión lo dejó fuera de esa posibilidad, “fui seleccionado para correr el selectivo nacional que se desarrolló en Acapulco, Guerrero rumbo a Juegos Olímpicos, no recuerdo si para Seúl (1988) o Atlanta (1996), pero 15 días antes del evento, debido a un sobre entrenamiento me lesioné. Tenía la espinita, de estar ahí, nos solicitaban una marca de 2:17, yo tenía 2:16”.
Con melancolía viene a su mente los últimos 42 kilómetros 195 metros que corrió en la categoría libre, en el año 1999 en Connecticut, Estados Unidos de Norteamérica, donde hizo un tiempo de 2:19, para cerrar con broche de oro esa edad y entrar a la categoría veteranos; en la que actualmente se mantiene.
EL LEGADO
A la fecha se desempeña como entrenador del club que fundaron sus tíos, “me inicié tomando cursos como entrenador en la escuela de Educación Física en Tlaxcala, aquí agradezco a Orlando Viera Peraza quien me orientaba en ese aspecto”.
Inició como estratega en el municipio de Tetlahnocan “iba tres veces por semana, ahí obtengo mis primeras medallas oro y bronce con Mario Zelocualtecatl, más tarde, a través de Antonio Salvador Blas; ya recientemente con Rosa Lancho, Juan Carlos Salvador Pérez, Arturo Lancho, Omar Salvador, Emma Martínez, Eder Alcantarilla y Erick Salvador”.