Partieron plaza cinco diestros, tres tlaxcaltecas, un zacatecano y un poblano en honor del personal médico que ha puesto todo su empeño en el combate contra el Covid-19, esto en la plaza de toros Jorge Aguilar «El Ranchero».
En una tarde sin afición, pero con ganas enormes de torear, los tlaxcaltecas Angelino de Arriaga, Gerardo Rivera y José Mari Macías, acompañados del zacatecano Luis Ignacio Escobedo y el poblano Héctor Gabriel partieron plaza en punto de las trece horas.
En este festejo taurino, el padre y aficionado Ranulfo Ronas elevó una oración en honor al personal médico que a diario lucha contra esta pandemia, así como aquellas personas que han perdido la vida y por aquellas que permanecen en los hospitales con la ilusión de ser dados de alta.
en este sentido homenaje denominado «Homenaje a los héroes de la Salud», se lidiaron toros de ganaderías locales y la primera en turno fue la más antigua, Piedras Negras que le dejó un trabajo complicado al zacatecano que recibió palmas luego de una lidia complicada con la muleta y breve al capote.
Desafortunadamente no pudo meter en el engaño al toro para que este se encelara lo suficiente y con ello cuajar series seguidas con la muleta.
El de Atlanga fue para Angelino de Arriaga, quien lució su estética forma de torear y la habilidad con las banderillas, aprovechó las condiciones del novillo de la dehesa tlaxcalteca para robarle todos los pases con la muleta que le fueron posibles, lo que le dejó dos merecidas orejas y un innegable arrastre lento para el notable ejemplar de fina estampa.
Por antigüedad, la de Tepetzala fue la tercera a lidiarse, Gerardo Rivera el encargado de encarar a Galeno con 420 kilogramos quien le dio dificultades con el capote posterior a un breve y apenas marcado puyazo.
Ya con la muleta su actuación fue a menos debido a que el toro se rajó a tablas y fue complicado sacarlo de esta querencia, por lo que a la brevedad se tiró en la suerte contraria en la que dio un primer pinchazo y hasta la segunda oportunidad dejó medio estoque que bastó para que el toro doblara.
Caribello, con 405 kilos el de De Haro salió para José Mari Macías quien sufrió un arreón, pasó complicaciones y lamentablemente tuvo que recurrir al descabello para salir con las manos vacías de este festejo en la capital de estado.
Finalmente saltó al ruedo el ejemplar de Santo Tomás, epidemiólogo de nombre para el poblano Héctor Gabriel quien mostró disposición para lidiar de formas variadas al toro que salió con bastante aire.
Al ocaso de la faena, listo para clavar el acero, dejó una estocada caída, pero con consecuencias finales, en general, una tarde que agradó a través de la señal de televisión local, de radio y a través de Síntesis.
Al finalizar las lidias, toreros, subalternos y personal médico recibieron reconocimientos, por su actuación y por la loable labor de proteger y salvaguardar la integridad de las personas desde los hospitales.