El fin de semana pasado culminó el primer semestre de la generación 2020-2022 de las maestrías en Política y Buen Gobierno, Derecho Penal, Derecho Fiscal, así como en Derecho Constitucional y Procesal Constitucional (de la cual tengo el orgullo de formar parte), del Centro de Investigaciones Jurídico-Políticas de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, y lo hizo con una serie de interesantes reflexiones por parte de algunos de los compañeros en torno a los legisladores que los tlaxcaltecas requerimos de cara al proceso electoral del 2021, las cuales retomaré a continuación, no sin antes señalar algunas generalidades en torno al Poder Legislativo.

El Poder Legislativo en nuestro sistema jurídico

De acuerdo con el artículo 49 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, “El Supremo Poder de la Federación, se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial”. Como parte del sistema republicano y federalista que existe en México, la comúnmente denominada “división de poderes” se encuentra también presente en las constituciones de las 32 entidades federativas.

Como consecuencia, el artículo 30 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala, señala también que “El Poder Público del Estado se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial”, encontrándose el primero contenido en el artículo 31 del mismo ordenamiento, el cual señala que “El Poder Legislativo del Estado se deposita en una Asamblea que se denomina Congreso del Estado de Tlaxcala”, la cual se integrará por “veinticinco diputados electos en su totalidad cada tres años”.

¿Por qué es relevante problematizar acerca del Poder Legislativo y sus miembros?

Una parte importante de la ciudadanía comete el error de considerar como representante de los mexicanos al Presidente de la República, y como representante de los tlaxcaltecas al Gobernador del Estado, y aunque en el caso del primero, funge como representante de México en el exterior, es decir, frente a otros Estados nación, la realidad es que nuestros representantes por antonomasia son los legisladores, tanto federales como locales. Aunado a lo anterior, otro aspecto que nos debería llevara a reflexionar sobre el trabajo legislativo de los diputados, es el referente a sus importantes funciones, las cuales se pueden encontrar en el artículo 54 de la Constitución tlaxcalteca, dentro de las que destacaría cinco: creación de leyes, modificación de la legislación vigente, aprobación de las reformas a la Constitución de la República (en las cuales se requiere el 50%+1 de los congresos locales, es decir, 17) manejo de recursos y fiscalización.

Los legisladores que los tlaxcaltecas necesitamos

Ahora bien, a través de la charla que referí al comienzo, se concluyó que en Tlaxcala, se requieren legisladores con las siguientes características y maneras de proceder.

Pluralidad

La idea de que los legisladores deben ser forzosamente abogados con una preparación académica o laboral “de excelencia”, se encuentra arraigada en la ciudadanía, sin embargo, es necesario que el Poder Legislativo se encuentre conformado por una diversidad de mujeres y hombres, con experiencias, profesiones y grados de preparación diferentes, siendo la honestidad la única cuestión en la que todos deberían de coincidir.

Frenar la grilla legislativa

Existe la impresión de que en ocasiones las distintas legislaturas realizan sus funciones con la finalidad de obtener ventajas políticas, el ejemplo más claro de esto, es que en los últimos años se ha popularizado el denominado populismo punitivo, a través del cual los legisladores realizan un incremento de las penas en el código penal, con la finalidad de “evitar o disminuir” los delitos. En el fondo, se ha demostrado que esto no funciona, sin embargo, se utiliza con la finalidad de mandar una señal engañosa al electorado de que el legislador en cuestión está trabajando. Desde luego, el Estado de Tlaxcala no ha sido ajeno a esta cuestión.

Proponer, construir y no destruir

En nuestro país, abundan los servidores públicos que gustan más de destruir y no de proponer y mucho menos de construir, pues la primera es mucho más fácil que las otras dos. Un ejemplo de lo anterior lo pudimos observar hace algunos meses en la entidad tlaxcalteca, cuando se presentó la iniciativa sobre el pin parental, la cual, de acuerdo con la legisladora que la buscó proponer, se justificaba porque la educación sexual dirigida a los jóvenes no había funcionado, pues existían altos índices de embarazos adolescentes, sin embargo, fue desafortunado que en lugar de proponer una alternativa, simplemente se buscara restringir el derecho a la educación, y destruir lo que en años recientes se había conseguido en torno al abordaje de temas de educación sexual y de género en las escuelas.

Legisladores empáticos y conocedores de la realidad

Al ser nuestros representantes, es necesario que los legisladores sean conscientes de la realidad que los rodea, pero también empáticos. Recientemente observamos un ejemplo claro de que lo anterior no sucede en nuestro país con algunos de los servidores públicos, luego de que la semana pasada, se hiciera viral en las redes sociales un video en el cual el antes Senador, pero ahora candidato a la gubernatura de Nuevo León, Samuel García, señaló que su juventud había sido demasiado dura, debido a que su papá lo obligaba a acompañarlo a sus juegos de golf. Claro está, que lo anterior es más que ridículo e insensible, tomando en cuenta que en México casi el 40% de la población se encuentra en una situación de pobreza y la mitad de este porcentaje en pobreza extrema; ya no hablemos de la inseguridad en medio de la cual deben de crecer varios niños y jóvenes. Desafortunadamente, cosmovisiones como la del Senador abundan en la función pública.

Evitar el olvido legislativo

La legislación debe ir evolucionando de la mano de la sociedad, las necesidades y de los sucesos que se vayan presentando. Desafortunadamente, existen distintos ordenamientos que han sido dejados en el olvido. Por solo citar un ejemplo, se encuentra la Ley de atención a las personas adultas mayores en el Estado de Tlaxcala, la cual además de contradecir algunas de las bases establecidas por la ley general en la materia y ser restrictiva de ciertos derechos (situación que ya había abordado en colaboraciones anteriores), no ha sido reformada desde el año 2012, como si no surgieran cada vez más necesidades para el sector de la población que se encuentra en etapa de vejez. Esta situación la podemos observar en distintas leyes del Estado de Tlaxcala.

Capacitación

Si bien es cierto, como lo mencioné desde el comienzo, se requiere de pluralidad en el Poder Legislativo, la realidad es que esto no implica que los mismos legisladores no puedan ser capacitados en materia jurídica. Al efecto, se vuelve importante que los mismos tengan una noción sobre el sistema jurídico, la Constitución (tanto federal como local), técnica legislativa, así como desde luego, sus atribuciones y facultades.

Legislativo transparente

Finalmente, es fundamental que los miembros del Poder Legislativo sean transparentes en todos los sentidos, no solamente en materia de recursos, sino también en la materia propiamente legislativa, pues en ocasiones nos enteramos que se legislará en torno a determinado ámbito gracias a los medios de comunicación, sin embargo, llega el momento en el que perdemos la pista del proceso de estas propuestas, porque los legisladores no las comparten en la página de transparencia legislativa del Congreso Local, y mucho menos en sus redes sociales, las cuales, deberían ser un medio para tener una cercanía con los representados e informarles acerca del trabajo legislativo.

Jfernandoesru22@live.com.mx

Twitter: @JUANFERESPINO

 

 

 

 

 

 

 

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