A todos en alguna ocasión estos animales nos han llamado la atención por sus peculiares características como la ausencia de pelo y su figura elegante. Debido a sus rasgos físicos las personas tienden a pensar que son muy serios , pero en realidad son animales de compañía cariñosos, amables, inteligentes curiosos y con mucha energía.

 

Existe la falsa creencia entre muchas personas de que si adoptan este tipo de gato no tendrán alergia porque no cuentan con pelo pero esto es falso, ya que es importante recordar que  el pelaje no es el responsable de las alergias, estas son producidas por las células muertas de la piel y saliva.

 

Su apariencia se debe a una mutación natural de un gen recesivo que ocurrió en Canadá cuando  durante los años 60 una gata de pelo corto dio a luz un gato sin pelo, por lo que veterinarios se dedicaron a la tarea de mantener su linaje.

 

Los gatos egipcios suelen ser felinos de tamaño mediano y grande, su cuerpo es musculado, con pecho ancho, barriga pronunciada y cuellos largos en proporción a su cuerpo.

 

Tienen un promedio de vida de entre 10 y 20 años, en la mayoría de los casos tienen una muy buena salud, pero como toda mascota requiere cuidados básicos como visitas al veterinario, vacunas y alimentos sanos.

 

Aunque a diferencia de otros gatos no requieren cepillado el cuidado de su piel es muy importante, por lo cual es muy recomendable darles un baño a la semana y cuidar la higiene de sus oídos.

 

En muchas ocasiones se les llega a confundir con gatos del tipo don sphynx y peterbald ya que junto con el gato egipcio son las tres razas sin pelo más conocidas en el mundo. Sin embargo los dos primeros son originarios de Rusia.

 

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