Luis Manuel Vázquez Morales

El pasado miércoles inició la cuaresma en varios países de tradición cristiana. Es una celebración que reviste el principio de los cuarenta días en los que la iglesia hace un llamado a los fieles para vivir los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo durante la Semana Santa.

Este día en muchas ciudades del mundo era muy común ver por las calles a personas con la marca de la cruz, algunas bien definidas, otras marcadas por los dedos del sacerdote, o simplemente una mancha de ceniza. Desde muy temprano la iglesia abre sus puertas para recibir a los fieles que se preparan para asistir a la liturgia e iniciar con un periodo de purificación.

En estos tiempos de pandemia, el miércoles fue distinto. Con el fin de evitar aglomeraciones, algunas iglesias retornaron a sus actividades en medio de una serie de medidas sanitarias. Las filas ya no fueron para recibir una cruz en la frente, ahora lo fue para recibir una bolsita con ceniza, con la finalidad de que cada feligrés en su hogar, se coloque el símbolo.

Todo inicia un día después del fin de los carnavales. Desde la Edad Media la iglesia le atribuyó a este día una serie de acciones y actitudes que las personas adoptan antes de iniciar la cuaresma. Significa la fiesta de carne, ocasión en que el desenfreno y los placeres están presentes como preámbulo de la purificación en la cuaresma. Durante los últimos meses, las actividades relacionadas con el carnaval estuvieron suspendidas en todo el mundo, pero la esencia sigue impregnada aun en tiempos de pandemia.

Estas celebraciones fueron implantadas en México durante la evangelización, tiempo en que los frailes fueron convirtiendo a los indígenas adaptando los elementos de la liturgia a las circunstancias en que vivían. La mayoría de las celebraciones fueron adoptando los matices indígenas, considerando que los sacerdotes mexicas cubrían partes de su cuerpo con ceniza, razón por la que el sincretismo estuvo muy presente desde los primeros años de la Nueva España. Las situaciones a las que se enfrentaron tanto los frailes como los indígenas en este tipo de actividades se encuentran ampliamente descritas en la obra de fray Toribio de Benavente, Historia de los indios de la Nueva España.

Las cenizas que se utilizan se obtienen de la quema de las palmas y ramos que han sido bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior, se rocían con agua bendita y luego son aromatizadas con incienso. En algunas iglesias la ceniza se obtiene de la quema de imágenes y objetos de la liturgia que, por su estado de deterioro, es mejor quemarlos que desecharlos. De acuerdo con el Misal Romano “durante la misa se bendice e impone en la frente de los fieles la ceniza”, pero ahora fue distinto, pero sin perder el simbolismo que este acontecimiento imprime a la tradición religiosa.

Pero, hace cuánto inició esta celebración. La tradición de recibir ceniza se remonta a los primeros años de la Iglesia Católica. En la antigüedad las personas se colocaban la ceniza en la cabeza para recibir el sacramento de la reconciliación el Jueves Santo.

La simbología y función de la ceniza se encuentra en el Directorio sobre la piedad popular y la liturgia. “El comienzo de los cuarenta días de penitencia se caracteriza por el austero símbolo de las cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios”.

Al recibir la ceniza inician una serie de acciones que purificarán a los fieles. Da inicio el ayuno cuaresmal y la preparación para la Pascua. Todos los viernes de la cuaresma el ayuno, la oración, la abstinencia y la humildad son indispensables, aunque en tiempos recientes estas acciones quedan a consideración de las personas, ya que depende de cada uno el seguir al pie de la letra la liturgia o llevarla del modo más conveniente. Estos viernes son conocidos como días de vigilia.

Se presenta un breve repaso sobre una de las tradiciones más arraigadas en varios países, no importa la forma en la que se lleve la cuaresma, lo que importa en la forma en la que se viven las creencias. Cambio

Este año se han suspendido las fiestas relacionadas con el Carnaval y el ritual del Miércoles de ceniza se ha transformado. Ahora que todo está cambiando, se presenta la oportunidad para reflexionar sobre la forma en la que actúas, sin importar en lo que creas, solo se tú.

luis_clio@hotmail.com

@LuisVazquezCar

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