La tapa es un referente de la identidad gastronómica española para los turistas, pues la tapa es un aperitivo que se sirve en muchos bares de dicho país como acompañamiento de una bebida.
Como cualquier icono gastronómico varia mucho dependiendo de cada región, pero teniendo elementos en común como la forma de consumo, tiene cierto valor social ya que el alimento se encuentra estrechamente relacionado con la convivencia y diversión.
El origen del alimento se atribuye a una leyenda que dice que el Rey Alonso X El Sabio dispuso que no se sirviera en los mesones castellanos ninguna bebida que no fuera acompañada de algún bocado de comida, para evitar que el alcohol tuviera un impacto rápido en las personas.
Las primeras tapas solían consistir en una loncha de jamón o queso que se ponía sobre el vaso y que no solo servía para comerlo, sino también cumplía la importante misión de protegerla de insectos volátiles, razón por la cual adopto el nombre de tapa.
Actualmente las tapas más populares en España son la tortilla de patata, el jamón serrano, el queso, la ensaladilla rusa o las aceitunas, pero realmente cualquier alimento se puede ocupar para preparar una tapa.
El alimento es tan popular que hay bares que se especializan únicamente en la elaboración de tapas e incluso existen viajes exclusivos para probar la oferta gastronómica de tapas en España.
Estimaciones aseguran que un 60 porciento de los establecimientos españoles ofrecen una tapa gratuita como acompañamiento de una bebida. Por lo que no es de extrañar que la Asociación Saborea España promueva la celebración del Día Mundial de la Tapa cada tercer jueves de junio.
