No hay arma de dos filos más poderosa que el amor, por un lado es capaz de emitir una gran sensación de bienestar profundo y por otro es un torbellino con la capacidad de absorber a una persona desde dentro para succionarle todo rastro de emoción.
¿Qué pasa cuando alguien a quien amas te rechaza?, expertos en el comportamiento del cerebro señalan que cuando esta situación tiene lugar, la obsesión empeora en lugar de detenerse.
El cerebro se obstina por poner en marcha las mismas zonas que se activan cuando el enamoramiento esta presente. De hecho sucede prácticamente lo mismo que cuando no se logra algo que se desea frenéticamente en cualquier otro ámbito de la vida.
Esto sucede porque entra en acción la parte del cerebro que regula ansias, deseos, motivaciones, los focos que nos ayudan a poner atención y no permiten olvidar aquello que se desea.
Otro actor importante en aquello que se suele denominarse mal de amores es el núcleo acumbens. Esto hace que la persona que sufre desamor comience a preguntarse: ¿Dónde estuvo el error? ¿Por qué no funcionó? ¿Qué gana con esta separación? ¿Qué pierde con esta ruptura?.
Todos estos factores suelen provocar un apego profundo dirigido a la persona que se fue, siendo la responsable de ciertos “arrebatos de amor” que tienen lugar durante esta etapa.
En algunos sentidos el mal de amores puede compararse con una adicción, pues se experimenta dependencia que conlleva por un lado la tolerancia y por otro lado la ruptura hace que aparezca el síndrome de abstinencia, que lleva a recaer una y otra vez en el proceso de abandonar una relación.
Cada 29 de julio se celebra Día Internacional del Mal de Amores para dar armas a aquellas personas que tienen el “corazón roto”, logrando que enfrenten esta situación.