Por: Víctor Gálvez

Una de las más grandes inversiones que realiza el ser humano es el automóvil. Generalmente uno de los primeros bienes materiales que los jóvenes de hoy en día piensan en comprar casi de inmediato al tener su primer trabajo, es un automóvil. Y precisamente un automóvil forma parte del patrimonio y es algo que debes cuidar y dar valor a través del tiempo, ya que precisamente es uno de los bienes materiales que más se deprecia con el paso de los años.

Pero un automóvil así como la vida misma; no solo se trata de tenerlo y ya. Un automóvil necesita mantenimiento, gasolina, pagar impuestos, llevarlo a la verificación vehicular, etcétera. Decía mi madre que un automóvil es como tener un hijo más, así que, si no lo cuidas, terminará por se un objeto inservible rápidamente. Es por eso que mi primer consejo a los papás que regalan a sus hijos un automóvil, es que primero les enseñen la gran responsabilidad que es tener un auto, ya que, si ellos son responsables, se pueden evitar muchos, pero muchos dolores de cabeza.

Pasando a otro tema relacionado con los automóviles, algo que estas máquinas necesitan para funcionar y que en nuestro país es muy cara, es la gasolina; sí, la gasolina que se vende a un precio como si fuera un líquido sagrado. Por este motivo hay que economizar hasta donde más se pueda y ahorrar la mayor parte de gasolina posible, es cada uno de nuestros trayectos.

Si crees que tu vehículo gasta mucha gasolina a pesar de ser de cuatro cilindros, revisa si en tus hábitos como automovilista estás realizando acciones que afectan el desempeño del combustible:

Calentar el motor del automóvil por más de un minuto: Un automóvil consume 100 ml de gasolina por cada 10 minutos funcionando en vacío, es decir, el automóvil prendido y estático.

Acelerar rápidamente desde un alto: Un hábito común en los jóvenes que les gusta “experimentar” emociones fuertes. A parte de ser un gran riesgo, se consume hasta 50% más de combustible en comparación con una aceleración gradual.

Viajar a altas velocidades: Un automóvil que circula a 110km por hora, consume alrededor de 20% más de combustible que si viaja a 90k por hora.

Tránsito denso: Aumenta hasta el 15% el consumo de combustible.

Usar inmoderadamente el aire acondicionado: Consume 10% más de combustible.

Cargar cosas inútiles en la cajuela: Por cada 50kg adicionales, se incrementa el 2% más el gasto de combustible.

Filtro de aire sucio: Puede aumentar hasta el 10% más el consumo de gasolina.

Automóvil con un mantenimiento deficiente: Puede aumentar un 30% el consumo de combustible.

Presión de llantas incorrecta: Aumenta el consumo de combustible en 5% y reduce la vida y seguridad de estas.

Estoy seguro de que si llevas a cabo correctamente las correcciones pertinentes a tu estilo de manejo, podrás economizar y hacer rendir al máximo tu vehículo, siempre cuidándolo y dándole valor en el tiempo.

Espero que estos consejos te sean de gran utilidad a la hora de manejar tu automóvil.

La siguiente semana no te pierdas de más consejos acerca de “La fiebre mundialista y las finanzas personales”

Y por último quiero que recuerdes que no importa dónde y cómo te encuentres hoy, siempre es buen momento para comenzar con finanzas saludables…

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