El estrés, la ansiedad y la depresión, aunados al consumo de alimentos ricos en grasa, condimentos, irritantes y picantes, son factores que favorecen el desarrollo del síndrome de intestino irritable, padecimiento incurable que afecta la salud física, emocional y la calidad de vida de pacientes, informó Jorge Luis de León Rendón.
El especialista dijo que, en la actualidad, al síndrome de intestino irritable se le suele confundir con la colitis, y sólo mediante estudios especializados como las biopsias es posible determinar si se trata de uno u otro padecimiento y definir el procedimiento terapéutico adecuado.
Explicó que para diagnosticar el síndrome de intestino irritable se utilizan los llamados Criterios de Roma, que implican el análisis de un conjunto de signos y síntomas entre los que se encuentran dolor abdominal, distensión, náuseas, vómito, diarrea, cambio en el patrón de evacuaciones, estreñimiento y flatulencias.
Indicó que existen tres tipos de SII; uno de ellos se caracteriza por estreñimiento, con dos o tres evacuaciones por semana; en el otro predomina la diarrea y la persona evacúa entre seis y diez veces al día; y un tercer tipo tiene un carácter mixto; es decir, que oscila entre patrones de normalidad, períodos diarreicos y etapas de estreñimiento.
Apuntó que, aun cuando esta enfermedad es incurable, existen tratamientos que contribuyen a disminuir los síntomas de manera significativa. En la mayoría de las ocasiones, es necesario esperar por lo menos 12 semanas para probar la efectividad de las medidas terapéuticas adoptadas y para, en su caso, implementar los ajustes pertinentes.
Agregó que el consumo de alcohol y tabaco pueden predisponer al paciente a desarrollar el SII como enfermedad crónico-degenerativa que impactará de forma negativa su calidad de vida.