Miércoles de Ceniza: inicio de la Cuaresma un llamado a la conversión en la zona sur de Tlaxcala
El Miércoles de Ceniza, que este año fue este 05 de marzo, marca el inicio de la Cuaresma, un tiempo litúrgico en el que la Iglesia Católica invita a la reflexión, el arrepentimiento y la conversión personal. Al recibir la ceniza sobre la frente, los fieles escuchan las palabras: “Polvo eres y en polvo te convertirás” o “Conviértete y cree en el Evangelio”, recordándoles la fragilidad de la vida y la necesidad de vivir en comunión con Dios.
En la zona sur de Tlaxcala, este día es especialmente significativo en comunidades como Zacatelco, Papalotla, Xicohtzinco, Teolocholco y Tepeyanco, donde las parroquias se llenan de familias que acuden a las celebraciones eucarísticas y a la imposición de la ceniza. En parroquias como la de Santa Inés Zacatelco, San Cosme y Damián, y Papalotla, los sacerdotes resaltan la importancia de la conversión interior, el arrepentimiento sincero y el compromiso con el prójimo.
Cabe resaltar que la afluencia en las inglesas para tomar ceniza inicia en su mayoría después de las 17:00 horas, una vez que han culminado sus actividades laborales o escolares. Por ello, durante las primeras horas, algunas iglesias cómo la de Tepeyanco colocan la ceniza y los sellos para que conforme lleguen los creyentes se impongan ellos mismos la marca de ceniza.
La Cuaresma es también un llamado a fortalecer la fe a través de tres pilares fundamentales: la oración, el ayuno y la caridad. En la región, es común que las familias se unan para rezar el Viacrucis comunitario, un ejercicio de fe que recorre las principales calles de sus localidades, recordando la Pasión de Cristo. Asimismo, la confesión se presenta como un regalo espiritual, permitiendo a los creyentes reconciliarse con Dios y renovar su corazón con humildad.
El Miércoles de Ceniza es, más que una tradición, un recordatorio de que el camino hacia la Pascua requiere disposición interior para reconocer las propias faltas y, con esperanza, caminar hacia la resurrección con un espíritu renovado. En los pueblos y colonias de la zona sur de Tlaxcala, esta jornada es el inicio de un tiempo de reflexión, de servicio a los demás y de reencuentro con los valores que fortalecen la convivencia comunitaria y la fe compartida.
