No existe un mexicano o un extranjero en nuestro país que no desarrolle su vida personal y de relación, en un municipio.
Si el municipio se encuentra organizado como sociedad municipal, esta genera una democracia válida.
Si todos los municipios del país se encuentran creciendo en forma permanente, en todos los ámbitos, el país crecerá y algún día lograremos su desarrollo. Es estratégico para detonar el bienestar de la comunidad tanto en lo económico, cultural, deportivo, recreativo, educativo y social; sin perder de vista el desarrollo sustentable.
El federalismo se fortalece en la medida que cese el gasto público y se convierta en inversión pública, mediante la planeación democrática, y con unidades de seguimiento y evaluación que en forma permanente estén midiendo las rutas críticas y los cronogramas.
La autonomía y la independencia aplicadas integralmente por los ayuntamientos impulsarán a las tomas decisorias administrativas in-situ. Estas decisiones deben basarse en la consulta de los diferentes sectores de la sociedad para priorizarlas, evitando en todo momento la discriminación política, religiosa, cultural y de género y de edad.
No existe el federalismo sin una auténtica reforma hacendaria. Un avance es la autorización, el control y manejo del uso de suelo, y la elaboración de su Plan de Desarrollo Municipal.
Nuestra idiosincrasia, nuestra ideología, nuestra cultura desde nuestro nacimiento como nación son los obstáculos para nuestro desarrollo nacional.
Sociedad insolidaria.
Discriminación de los diferentes sectores de la sociedad.
Distribución excesiva de todos los gobiernos en los recursos para gasto corriente.
Falta de continuidad de programas y proyectos de los gobiernos anteriores.
Falta de mecanismos para fomentar la participación ciudadana.
Falta de planeación en las autoridades municipales para realizar las obras públicas.
El principal reto es el de hacer gobiernos productivos (eficaces, eficientes, honrados, humanos, y buenos gestores).
Para ello es necesaria una reforma fiscal que de cada peso que capta la federación se quedara con el 40%; 30% se destinara a los estados y el 30% restante a los municipios de la república. Actualmente del 100% la federación se queda con un 80%, destina a los estados un 14% y otorga a los ayuntamientos un 6%. El criterio de este nuevo porcentaje estará sujeto a un sistema de estímulos. Bandera blanca en analfabetismo: estímulo. Bandera blanca en salud: estímulo. Manejo racional de la basura: estímulo. Programas exitosos de reforestación y forestación: estímulo. Idem Seguridad, Empleo, Desarrollo Personal y Desarrollo Social.