Buenos Aires. Jorge Sampaoli llegó el jueves a Buenos Aires al mismo tiempo que el presidente de la Asociación del Futbol Argentino (AFA) viajó a España para negociar los detalles de su salida del Sevilla y que se convierta en el nuevo técnico de la selección.
Sampaoli aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza temprano en un vuelo proveniente de España y salió por la pista en un automóvil, evitando las cámaras de televisión que lo esperaban en el acceso público.
El titular de la AFA, Claudio Tapia, dijo en su cuenta de Twitter el jueves que se reuniría con el presidente del Sevilla, José Castro Carmona. Tapia ya había anunciado que Sampaoli es el elegido para reemplazar a Edgardo Bauza, quien fue despedido a principios de abril luego de mediocres resultados obtenidos al frente de la Albiceleste.
Sampaoli llegó esta temporada al Sevilla luego de un exitoso paso por la selección chilena con la que gano la Copa América en Chile y la Copa Centenario en los Estados Unidos. Tiene contrato con el club hasta el 30 de junio de 2018.
El entrenador argentino mantuvo al Sevilla peleando por el título de liga hasta que el equipo declinó al final de la campaña coincidiendo con los rumores del interés de la AFA para que tomara las riendas de la selección nacional. El equipo andaluz fue eliminado en los octavos de final de la Liga de Campeones y terminó cuarto en la liga española, para acceder a la etapa preliminar de la próxima Champions.
Argentina marcha quinta en la eliminatoria mundialista de Sudamérica, fuera de los cuatro primeros lugares que clasifican directamente a Rusia. El quinto tiene que disputar un repechaje ante el líder de Oceanía.
El primer partido de Sampaoli con la selección será un amistoso contra Brasil el 9 de junio en Melbourne. Luego le restan cuatro fechas en las eliminatorias entre septiembre y octubre contra Uruguay, Venezuela, Perú y Ecuador.
Sampaoli será el tercer entrenador de la Albiceleste en estas eliminatorias, que comenzaron bajo la conducción de Gerardo Martino. El “Tata” renunció al cargo después de perder la final de la Copa América Centenario de 2016, y en medio de la negativa de los clubes argentinos para ceder futbolistas para el torneo de los Juegos Olímpicos de ese año en Río de Janeiro.
Bauza dirigió apenas ocho partidos.