México, 25 Ago (Notimex).- “El arte es el más efectivo y potente de los lenguajes que el ser humano puede emplear”, aseguró el artista plástico mexicano Peñalta (Ciudad de México, 1963), al hablar de su exposición “Lecturas pétreas”, abierta al público en el Foro Polivalente de la Biblioteca de México.

Entrevistado por Notimex con motivo de la muestra que permanecerá hasta el 24 de septiembre entrante, explicó que más que un diálogo entre el espectador y su obra, pretende que en estos tiempos apresurados en los que la vida se debate entre la vorágine de la realidad virtual, “el ser humano vuelva la vista a su origen”.

Es decir, mencionó, que el individuo y las sociedades volteen a ver lo más elemental “que es la piedra, de dónde venimos”, por lo que invitó a que cada espectador vea en cada pieza de “Lecturas pétreas” lo que su experiencia de vida, imaginación, conjunto de sus deseos y sueños le dicte; es como mirar a la nubes y soñar despierto, dijo.

Las suyas son obras sobre piedra que motiva a evocar, soñar y encontrar figuras en la piel de las rocas.

Abogado de profesión, desde niño ha vivido ligado al arte, que no es más que lo necesario para sobrevivir en el mundo. “Quien logra conectarse con el arte está un escalón arriba respecto a los demás”, subrayó Peñalta.

Explicó que la Biblioteca México, en La Ciudadela, es la tercera escala de la exposición que antes estuvo en el Senado de la República y en el Museo Rufino Tamayo de Oaxaca.

Las piezas se acompañan por una serie de poemas de autores como Eduardo Casar, Josué Ramírez y Luigi Amara, completando el binomio literatura-pintura.

De acuerdo con el artista, “en estos tiempos nuestros, descubro en la piedra un potente instrumento para expresarme a través de ella, de la misma forma en que lo hizo el ser humano en sus inicios. Trabajar sobre ella, lenta, paciente y detenidamente, apacigua y reafirma el espíritu; sin duda es la mejor forma para recordar lo que somos”, subrayó.

Con la excepción de haber asistido al taller del maestro Gilberto Aceves Navarro, sus estudios formales de pintura son tan básicos como los realizados por quienes pintaban en las cuevas de Altamira, Lascaux o Mulegé.