Considerado el prototipo del seductor de una de las épocas doradas del cine nacional, el actor mexicano Mauricio Garcés es recordado por su primo Víctor Grayeb, con un libro que da cuenta de las andanzas de este icónico galán fallecido en 1989.

Publicado por editorial Diana, el material ya se encuentra en librerías mexicanas para quienes deseen revivir la historia de un artista que trascendió por su talento pero también por su carisma en pantalla, y que legó a la cultura popular frases y actitudes que han quedado grabadas en el ADN de los mexicanos.

“Las traigo muertas” y “Debe ser terrible tenerme y después perderme” son algunas de esas frases con las que Grayeb conmemora a su primo en este volumen-homenaje, titulado “Mauricio Garcés. La historia de un seductor”.

Garcés, de quien comparte incontables andanzas, fue galán por antonomasia de innumerables películas y obras de teatro, en las que compartió créditos con las mujeres más bellas de la industria del entretenimiento y fue un entrañable amigo de las figuras de la época.

En el texto, distribuido por Planeta, Grayeb muestra la personalidad divertida y ocurrente del galán que, paradójicamente a la imagen que siempre proyectó, murió soltero.

También revela el enorme y solidario corazón que lo caracterizaba, pues siempre estuvo dispuesto a ayudar a sus compañeros y a procurarles una mejor vida.

Recuerda que en una época de escasez su amigo Héctor González de la Barrera lo llevó a trabajar en la radio y fue allí donde aprendió a modular la voz y tomar confianza en la actuación, pues tuvo participación en distintas radionovelas”.

“Mauricio no estaba satisfecho porque quería hacer teatro, lo cual logró tiempo después cuando ganó cerca de un millón de pesos en el Hipódromo de las Américas”, asegura Grayeb, quien refiere que su primo se alejó de la tradición empresarial de la familia para hacer carrera en los espectáculos.

Víctor Grayeb es un empresario de ascendencia libanesa, que siempre sintió un afecto especial por la pantalla y el mundo de la actuación, donde conoció a varias luminarias de la época, con quienes al lado de su primo y su hermano Michel, compartió viajes, noches de fiesta y experiencias que han quedado plasmadas en este libro.