El presidente Andrés López izó la Bandera Nacional a media asta, en memoria de las personas fallecidas en los sismos del 19 de septiembre de 1985 y de 2017.
La puerta de Palacio Nacional se abrió a las 7:16 de la mañana y en fila horizontal, con el presidente al centro, salieron del inmueble histórico ocho funcionarios federales y capitalinos, además de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller. Todos avanzaron de manera lenta hacia la bandera monumental instalada en el primer cuadro de la ciudad.
A las 7:19, el presidente López Obrador activó el mecanismo que levantó el lábaro patrio del Zócalo hasta la parte más alta del asta y posteriormente bajó a la mitad para honrar a las víctimas del terremoto de magnitud 8.1 de 1985 y el de 7.1 de hace dos años que dejó un saldo oficial de 369 muertos.
Con un “toque del silencio” que la banda de guerra del Ejército Mexicano entonó, se recordó a las víctimas de los fenómenos telúricos. Las miradas de los integrantes de la comitiva se enfocaron en la bandera monumental.
En la ceremonia acompañaron al Ejecutivo federal los secretarios de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval; de Marina-Armada de México, Rafael Ojeda Durán; de Educación, Esteban Moctezuma, y de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, así como el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio.
Asimismo, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo; la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el coordinador nacional de Protección Civil, David de León Romero, y el presidente de la Cruz Roja Mexicana, Fernando Suinaga.
Con el Himno nacional concluyó la ceremonia que recordó los desastres naturales, ante la presencia de un centenar de personas de los cuerpos de socorro, de Protección Civil, así como de la ciudadanía que, respetuosa, honró una vez más a las víctimas de los sismos.