Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología (INAH) localizaron vestigios de un barco de hace más de 200 años en aguas de Quintana Roo, según informo este martes el organismo.
Personal experto del INAH consideró que los restos corresponden a un velero inglés de finales del siglo 18 o inicios del 19, por las características de los hallazgos, tales como un ancla, un cañón y lingotes de hierro usados como lastre (para lograr la estabilidad del buque).
Al pecio (resto de una nave naufragada) se le asignó el nombre “Manuel Polanco” en honor al hombre que se dedicaba a la pesca, que localizó los vestigios e informó al INAH.
Según informó la institución, es el barco número 70 registrado en la reserva de la biosfera de Banco Chinchorro, ubicado en el Pacífico frente a la costa de Quintana Roo.
La cifra es tan alta debido al falso atolón (isla de coral) que se encuentra en este lugar y que le da nombre a la zona de el “Quitasueños”.
Los arqueólogos subacuáticos de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH implicados en el hallazgo, deducen que los tripulantes de aquella embarcación hicieron esfuerzos para evitar el hundimiento, ya que se encontró un ancla que fue lanzada al mar con intención de sujetarse a la “barrera arrecifal”, donde hoy continúa encallada.
Los detalles comenzaron a ver la luz este martes, y no será hasta que la contingencia sanitaria lo permita cuando se pueda retomar la investigación mediante el levantamiento de planos, la investigación sobre las características del contexto y la recogida de muestras para acotar la temporalidad.
Hasta el momento, se realizó en pasados meses una inspección general con dos sesiones de buceo para localizar los restos del barco y hacer una primera evaluación.
Laura Carrillo, investigadora de la SAS y responsable del Proyecto Banco Chinchorro, explicó mediante un comunicado del INAH que es complejo conocer las dimensiones del velero y otros detalles pues se ubica en una zona de corrientes fuertes y ya no queda nada del casco de madera.
Solamente se mantuvieron en relativo buen estado los elementos muy sólidos encontrados pegados al arrecife de coral.
El INAH quiso agradecer la labor de los pescadores de la zona que, como Manuel Polanco, desarrollan una labor altruista al contactar con el instituto cada vez que ven algo que puede estar relacionado con un pecio.