El gobierno sudanés envió este sábado una delegación a Gereida, en la conflictiva región occidental de Darfur, después de que se produjera un nuevo ataque contra campesinos desplazados de la localidad de Abudos, que este jueves dejó 14 muertos y 23 heridos.

«Un grupo armado fuera de control atacó en la noche del jueves el pueblo de Abudos, al que habían vuelto centenares de desplazados desde los campamentos para cultivar sus terrenos«, informó a la emisora de radio estatal un representante del estado de Darfur del Sur, Ibrahim Sharfedín.

Algunos de los heridos que estaban en estado grave fueron ingresados en el hospital de Nyala, la capital de Darfur del Sur.

Una fuente de seguridad de Gereida dijo a la agencia Efe que el origen de la violencia fue una disputa por las tierras de cultivo entre dos tribus: la africana Masalet y la árabe Falata.

Los Falata compraron tierras de cultivo en el área después de que sus propietarios se vieran desplazados al comienzo de la guerra en Darfur en 2003, pero no las adquirieron directamente de los dueños de esos terrenos, que ahora los reclaman, según la fuente que pidió el anonimato.

Por su parte, la Coordinadora de los Desplazados y Refugiados de Gereida condenó el ataque contra los campesinos desplazados que habían regresado voluntariamente a sus tierras y responsabilizaron a las autoridades centrales.

En un comunicado emitido hoy exigieron la dimisión de los jefes locales de la Policía y el Ejército, sustituir a los efectivos de seguridad desplegados en la zona, garantizar la seguridad durante la temporada de la cosecha, además de una investigación urgente y que los responsables sean llevados ante la justicia.

Algunas de sus demandas han sido atendidas y la delegación del gobierno, en una reunión con la comisión de seguridad local, decidió este sábado el despliegue de efectivos del Ejército, la Policía y el cuerpo de las Fuerzas de Apoyo Rápido para proteger a los campesinos, además de sustituir a los jefes locales de la Policía y al fiscal de la zona y formar un comité para investigar el ataque.

En las pasadas semanas se han registrado frecuentes ataques en varios puntos de Darfur contra campesinos y desplazados por parte de grupos armados que actúan en la zona escenario de un brutal conflicto entre 2003 y 2008.

La mayoría de habitantes de Darfur pertenecen a la tribu africana Al Fur, que hace más de una década se levantó en armas por la marginación que sufría y fue reprimida a sangre y fuego por el régimen de Jartum, apoyado por milicias árabes.

En la actualidad, el nuevo gobierno sudanés, que lidera la transición a la democracia desde el pasado agosto tras el derrocamiento en abril del dictador Omar al Bashir, trata de solucionar este viejo y enquistado conflicto.