Por: José Martínez

La de Ana Gabriela Guevara ha sido una vida contra el tiempo. Escaló los peldaños de la política y se enriqueció a una velocidad impresionante, acusan.

Su vida ejemplar como deportista contrasta con su quehacer político plagado de escándalos de corrupción y de fracasos deportivos por los malos resultados del deporte mexicano en las competencias internacionales.

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De origen humilde pasó a una vida de lujos, tan es así que las autoridades investigan sus millonarias cuentas bancarias.

La gran campeona de los 400 metros planos se retiró de los deportes de manera definitiva el 15 enero de 2008.

Dijo adiós en medio de un escándalo y se negó a participar en los juegos olímpicos de ese año por sus diferencias con el presidente de la Federación Mexicana de Atletismo, Mariano Lara.

En el pleito con Lara, la velocista recurrió al presidente Felipe Calderón para que interviniera y se castigara al responsable de la federación de atletismo.

Guevara quien apoyó la campaña presidencial de Calderón pretendía que se expulsara de por vida a Mariano Lara del deporte organizado por su presunta responsabilidad en actos de corrupción. Por instrucciones presidenciales el titular de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), el exfutbolista Carlos Hermosillo ordenó como castigo una suspensión de cuatro años al dirigente de atletismo.

Como Guevara no consumó su venganza le volteó la espalda al presidente Calderón y se fue a las filas del PRD.

Pronto encontró el cobijo de Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno de la Ciudad de México quien la designó como titular de la Coordinación de Cultura Deportiva, Física y de Salud.

El primer desacierto de Guevara fue ausentarse de sus responsabilidades como funcionaria para asistir como comentarista de ESPN a los Juegos Olímpicos de Pekín.

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Legisladores de la Asamblea de Representantes pidieron su destitución y Marcelo Ebrard la respaldó bajo el argumento de que Guevara solicitó un permiso sin goce de sueldo.

A partir de entonces la otrora “gloria” deportiva emprendió una carrera política marcada por el escándalo.

La deportista de “alto rendimiento” pasó a convertirse en una funcionaria y política de bajo rendimiento y de un oscuro manejo administrativo que la pusieron bajo la lupa de la Secretaría de la Función Pública.

Las auditorías de la Secretaría de la Función Pública (SFP) comprobaron que en el primer año de la gestión de Guevara en la Comisión Nacional del Deporte se cometió un daño patrimonial por más de 50 millones de pesos producto de pagos y gastos con facturas falsas.

En la auditoría se incluyen seis observaciones por costos “inflados” en los viáticos, pago de hospedajes y precios de transportación; pagos indebidos a entrenadores y numerosas irregularidades administrativas de adquisiciones.

Las autoridades hicieron público un informe sobre los malos manejos en la Conade, pero la respuesta de su titular Ana Guevara alegó su “presunción de inocencia” y la “violación” del debido proceso.

El informe impugnado fue calificado por Guevara como “alevoso” y para justificarse dijo que “todas” las dependencias del gobierno “tienen irregularidades”.

La Función Pública reprobó las cuentas que Guevara presentó al presidente Andrés Manuel López Obrador el 19 de febrero en el Palacio Nacional al término de la conferencia matutina.

Cuando la titular de la SFP entregó a la presidencia de la República los resultados de las auditorías a la Conade, el presidente Obrador se comprometió a castigar a los responsables, toda vez que se agotaran las investigaciones.

Irregularidades

Lo que empieza mal, acaba peor.

Pese a su palmarés deportivo, Ana Guevara no reunía el perfil profesional para encargarse de las responsabilidades deportivas en el gobierno de la “cuarta transformación”, pero al igual en el caso del escritor Paco Ignacio Taibo para hacerse cargo del Fondo de Cultura Económica, los legisladores del partido Morena tuvieron que maniobrar políticamente para poder cambiar los estatutos de la Comisión Nacional del Deporte para que Guevara pudiera asumir la dirección de ese instituto.

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Para dirigir el organismo había un requisito indispensable: el titular de la Conade debería contar con un grado mínimo de licenciatura, pero la campeona de los 400 metros planos con dificultades había terminado la preparatoria.

Las denuncias públicas y filtraciones en contra de Guevara precisamente responden a sacarla de la jugada política por la gubernatura de Sonora. En Morena consideran que Guevara sería una réplica del futbolista Cuauhtémoc Blanco cuyo gobierno en el estado de Morelos ha sido un desastre marcado por la corrupción y pondría en riesgo al partido en futuras elecciones.

Guevara es señalada de desviar recursos para el Fideicomiso para el Alto Rendimiento.

Deportistas de alto nivel han denunciado a la sonorense por retrasar los pagos de las becas y de hacer un mal uso de los recursos para los viajes de los atletas, como lo denunció en su momento la subcampeona mundial de clavados de altura, Adriana Jiménez.

La política y corrupción

En política, Ana Guevara lleva doce años pero acumula un número indeterminado de denuncias y escándalos.

El día que asumió su cargo como legisladora de la Cámara Alta no tenía ni la más remota idea de dónde quedaba la sede del Senado de la República. Llegó a San Lázaro con un séquito de ayudantes y ninguno sabía qué hacer. Los empleados del lugar le indicaron cómo llegar al edificio del Paseo de la Reforma para poder cumplir con su toma de protesta y pasar a ocupar su escaño. Fue sencillamente ridículo.

Amparada en su fuero como legisladora, Guevara se conducía con prepotencia hasta que un buen día de diciembre de 2016 cuando iniciaba la temporada navideña protagonizó un altercado de tránsito, en cuya riña resultó con una fractura en el rostro.

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No obstante su inexperiencia política en el Senado, fue impulsada por el Partido del Trabajo para incorporarla como diputada federal en las elecciones de 2018, ocupando el cargo solo por unos meses para aceptar la designación como titular de la Conade.

La impericia de Guevara como administradora mantiene en un estado de desastre a la comisión responsable del deporte. Hasta ahora no hay una explicación del por qué se gastó mucho antes del tiempo programado el presupuesto de los 2 mil 718 millones de pesos asignados para las tareas de esa institución.

Los diputados han exigido la comparecencia de la titular de la Conade pero ésta se ha negado a presentar un informe, será hasta el próximo mes de septiembre cuando comparezca y rinda una explicación, mientras tanto mes a mes el gobierno federal le sigue apoyando con recursos extraordinarios para hacer frente a los compromisos laborales y administrativos de esa dependencia.

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Guevara es señalada de incurrir en diversas irregularidades, como haber modificado las reglas para el otorgamiento de becas y malos manejos en media docena de federaciones deportivas, así como presuntos actos de corrupción que ya investiga la Función Pública.

Hasta ahora no hay claridad de un Plan nacional del Deporte, pues ha incumplido con los programas del gobierno en materia deportiva.

El Órgano Interno de Control de la Conade ha presentado ante la Función Pública todas las inconsistencias y desvíos por más de 50 millones de pesos del presupuesto.

Son investigados por la SFP, Ana Guevara, lo mismo que el subdirector de Administración, José Omar Hernández y el subdirector general Sergio Monroy.

El subsecretario de Combate a la Impunidad de la SFP, Luis Gutiérrez Reyes solicitó a la Comisión Nacional Bancaria se informe acerca de los movimientos financieros, hipotecas, giros y cuentas de los funcionarios investigados para aclarar la “evolución patrimonial” de los mencionados en las indagatorias.

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En tanto en la Fiscalía General de la República se encuentran radicadas varias investigaciones por denuncias interpuestas por empresarios veracruzanos de la compañía Cocinas Industriales Multifuncionales de Calidad bajo señalamientos de extorsión por alrededor de 17 millones de pesos de un contrato con la Conade.