Honduras ha avanzado en materia de igualdad de género y en el acceso la salud sexual y reproductiva en adolescentes en los últimos 20 años, pero requiere «esfuerzos adicionales» para garantizar que los jóvenes accedan a esos servicios de «manera más amplia».

Así lo alerta el informe «Acelerando la promesa en la década de acción: Sumando Aliados en la Prevención del Embarazo en Adolescentes para no dejar a nadie atrás«, divulgado este jueves por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) en Honduras, en un acto virtual en el que participó la primera dama del país, Ana García.

«También se han logrado avances en materia de igualdad de género y en cuanto a los marcos legales y normativos y en el acceso a servicios de salud de calidad, especialmente en los establecimientos que operan en la modalidad descentralizadas«, indica el informe.

Pese a los avances, en el país «aún se requieren esfuerzos adicionales para garantizar el ejercicio pleno de los derechos de esta población (adolescentes) y su acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de forma más amplia, sobre todo en el ámbito local», añade.

El estudio enfatiza que en el ámbito local aún persisten «las mayores barreras en el acceso a servicios» de salud sexual y reproductiva en adolescentes debido a «la dispar interpretación» que operadores de justicia y prestadores de servicios hacen de los marcos normativos vigentes.

Esto da lugar a «obstáculos que restringen el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de la población adolescente y joven«.

La representante del UNFPA en Honduras, Cecilia Maurente, destacó la importancia de que las parejas tengan acceso a anticonceptivos «seguros y efectivos» para planificar su familia y evitar la violencia y prácticas nocivas contra las mujeres y niñas.

BARRERAS CULTURALES

Además de los obstáculos legales, los adolescentes se enfrentan a «barreras culturales» para tener acceso a salud sexual y reproductiva y métodos anticonceptivos.

El derecho a la salud sexual y reproductiva, especialmente de adolescentes, sigue siendo «un tabú» para un amplio sector de la sociedad hondureña, lo que «disuade» a los jóvenes a buscar estos servicios e «impide» que quienes los prestan puedan hacer un «abordaje de forma frontal y directa«, señala el estudio del Unfpa.

Otro factor que restringe el acceso a esos derechos es la percepción de la sociedad sobre el rol de las mujeres y las niñas.

La primera dama de Honduras dijo que el embarazo temprano no es un problema de las niñas y las adolescentes, sino un fenómeno que «atañe a todos los hondureños por las graves consecuencias que tiene«.

La pobreza, desigualdad de género, violencia y falta de acceso a la educación son las principales causas para los embarazos adolescentes en el país, donde la mayoría de esas gestaciones tienen su origen en violaciones, muchas de ellas por sus familiares.

MATRIMONIO INFANTIL E INCESTO

Pese a que el Parlamento de Honduras aprobó en 2017 un decreto que prohíbe el matrimonio con niñas adolescentes en el país, está practica «violatoria de los derechos sigue registrándose con cierta frecuencia», lo cual es un indicador de que en Honduras persiste «la legitimización de la violencia sexual y de otros tipos«, añade.

Según datos de la Encuesta de Violencia contra los Niños y Niñas, publicada en 2019, la violencia sexual continúa siendo un asunto «muy preocupante» que afecta al 16 % de las niñas y adolescentes menores de 18 años.

Al UNFPA también le preocupa el incesto, un fenómeno en Honduras sobre el que se conoce de «manera indirecta debido a las dificultades que implica su documentación en profundidad«.

«La debilidad de los sistemas administrativos de registros, así como la aún insuficiente respuesta de los operadores de justicia en el territorio, son otros factores que se suman al problema, pese a los avances que también se han conseguido en la materia«, señaló.

El informe asegura que el clima generalizado de inseguridad que predomina en algunas regiones de Honduras provoca que muchos delitos sexuales perpetrados contra menores de edad «no sean denunciados, pues quienes conocen la comisión de estos se sienten desprotegidos y temen a posibles represalias«.