La organización Familia Pasta de Conchos informó este miércoles, a través de redes sociales, que suman cinco los mineros hallados sin vida, de un total de siete atrapados por la inundación y el derrumbe de una mina de arrastre ubicada en el municipio de Múzquiz, Coahuila.

«Lamentamos mucho la muerte de Carlos Moreno, que ha sido rescatado de la mina de Múzquiz. Enviamos nuestra solidaridad y cariño a su familia, amigos y compañeros de trabajo. Es terrible lo que nos han hecho. Aún nos faltan dos mineros«, relató.

El pasado domingo, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) informó el rescate del cuerpo de un cuarto minero, y hasta este miércoles no se conocían más casos.

Con la recuperación de estos cinco cuerpos –tres el domingo, uno el sábado y otro este miércoles– faltan por encontrar otros dos mineros atrapados, tras el derrumbe ocurrido el viernes pasado.

Según Familia Pasta de Conchos, los cuerpos recuperados en días anteriores son de los mineros Mauricio Cortés, Pedro Ramírez, Humberto Rodríguez y Gonzalo Alberto Cruz.

Una vez se conoció del derrumbe, el presidente Andrés López manifestó en sus redes sociales que al lugar se había trasladado la Guardia Nacional y el Ejército, y deseó que el rescate fuera «favorable para las familias y para todos”.

La hipótesis manejada por las autoridades es que una inundación provocó la ruptura del techo y paredes de la mina, que generó el hundimiento del lugar, en cuyo interior quedaron atrapados los siete mineros.

Además de los militares, en el lugar trabajan autoridades de Protección Civil e inspectores de la propia Secretaría de Trabajo para llevar a cabo las labores de rescate, que consisten en sacar el agua mediante bombas para acceder a la mina.

Familia Pasta de Conchos envió –el 23 de octubre del año pasado– una carta a Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quejándose de las condiciones de la mina de Micaran, en Múzquiz, accidentada el viernes.

Sin embargo, la empresa se deslindó este sábado de lo sucedido y aseguró que la mina accidentada no provee carbón a la CFE y que, por tanto, «era imposible que su director (Bartlett) estuviera enterado de la mina«.