El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue extraditado este jueves a Estados Unidos, país que lo acusa de tres cargos asociados al narcotráfico y uso de armas, en un hecho inédito en la historia de la nación centroamericana.
Hernández fue entregado a integrantes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) en la Base Aérea «Hernán Acosta Mejía», a la que fue llevado desde una instalación policial en un helicóptero de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), por el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón.
El avión bimotor, de hélice, matrícula N430JT y que trasladó a Hernández a EE.UU., partió hacia las 14:18 horas (tiempo local).
«Soy inocente«
Juan Orlando Hernández reafirmó que «es inocente» de los cargos que le imputa Estados Unidos, asociados al narcotráfico y uso de armas, antes de su extradición.
«Soy inocente, he sido y estoy siendo sometido a un proceso de manera injusta», indicó Hernández en un vídeo difundido hoy por su esposa, Ana García, en Tegucigalpa, antes de ser extraditado a EE.UU, donde será enjuiciado por tres cargos asociados al narcotráfico y uso de armas.
«La verdad es una fuerza liberadora cuando se revela. En mi oración, la de mi familia y la de miles de familias hondureñas que la verdad se revela y prevalezca en mi caso», señaló Hernández minutos después de ser trasladado a la Base Aérea Hernán Acosta Mejía, en Tegucigalpa.
El expresidente, de 53 años, fue trasladado, esposado, en un helicóptero a la base militar desde una unidad especial de la Policía Nacional, donde permanecía en arresto preventivo desde el 15 de febrero, cuando fue capturado en su domicilio de Tegucigalpa.
Estados Unidos solicitó el 14 de febrero al Gobierno de Honduras la detención provisional con fines de extradición del exgobernante.
«Ustedes saben que trabajé incansablemente con el propósito de recuperar la paz de Honduras, dimos nuestro máximo esfuerzo por nuestra nación», subrayó.
Hernández lamentó, además, que «aquellos que convirtieron a Honduras en uno de los países más violentos en la faz de la tierra», ahora «esos villanos quieran ser héroes».
«Unamos nuestras voces, clamemos a Dios por justicia, porque sin ella no existe la paz genuina que necesitamos todos los seres humanos», añadió el exgobernante.
«Quiero hacer eco de unas palabras muy potentes, muy poderosas que dicen: la injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en cualquier parte», señaló Hernández, quien se convierte hoy en el primer expresidente del país centroamericano en ser requerido por EE.UU. y entregado en extradición.
Hernández es acusado por EE.UU. por «conspiración para importar una sustancia controlada» a ese país, con el «conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente» a territorio estadounidense, «a aguas a una distancia de 12 millas de la costa de los Estados Unidos».
Además, es acusado de «fabricar, distribuir y poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada es Estados Unidos».
El segundo cargo es por «usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión» de «ametralladoras y dispositivos destructivos».
El tercer cargo se trata de una «conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos», según la acusación de Estados Unidos.