Felipe VI de España conmemora este domingo el octavo aniversario de su reinado, un tiempo en el que se ha esforzado en conseguir una mayor transparencia de la institución monárquica, mientras las polémicas se sucedían en torno a supuestos negocios irregulares de su padre, Juan Carlos I.
Estos ocho años como jefe de Estado han estado salpicados de sucesivas crisis de distinta índole y momentos complejos que lo han obligado a tomar decisiones tanto en el plano familiar como institucional.
Uno de los asuntos que más impacto ha tenido en su trayectoria como rey ha sido el caso de su padre, del que lleva alejado desde que la Fiscalía española decidió investigarlo, hace más de dos años, por el dinero que habría manejado en el extranjero antes y después de dejar de ser jefe de Estado.
El rey emérito Juan Carlos reside desde 2020 en Abu Dabi, adonde decidió trasladarse a raíz del revuelo que levantaron varias informaciones sobre esos negocios; regresó momentáneamente a España en mayo, en medio de una gran expectación y polémica, para pasar unos días en una localidad turística del noroeste y verse con su hijo en Madrid.
A pesar de archivarse la causa por prescribir las irregularidades o estar protegido por la inviolabilidad de que gozó hasta 2014, cuando abdicó en su hijo, sigue siendo una incógnita hasta cuándo mantendrá la residencia en Abu Dabi. Tenía previsto un nuevo viaje a España unos días de este mes, pero lo aplazó por motivos «personales».
A ello se une su negativa de dar las explicaciones y las disculpas que le exige el Gobierno por su conducta y por lo que se ha conocido de él en el plano personal y el financiero en los últimos años.